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La sustentabilidad, el puesto que rompe la brecha de puestos directivos

De todos los roles de alto liderazgo, el vinculado a temas de diversidad, inclusión, gobernanza y medio ambiente es en el que más representación tienen las mujeres.
mié 22 mayo 2024 05:30 AM
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En el foro de Davos, Suiza, se dio a conocer que la presencia de Directoras de Sostenibilidad en las empresas pasó de representar de 20% a 60% en menos de cinco años.

El camino hacia la igualdad de representatividad en los altos cargos ejecutivos avanza, pero va lento. Hoy, en México, menos de 38% de los puestos de alta dirección están ocupados por mujeres y a nivel mundial, solo se tuvo un incremento de medio punto porcentual entre 2023 y 2024, según el reporte “Mujeres en los negocios 2023: Los avances hacia la paridad.

Sin embargo, hay un puesto de liderazgo en el que la representación de las mujeres crece de manera visiblemente intensa y rápida año con año, y es el de la dirección de temas de sustentabilidad.

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En Davos, uno de los encuentros más importantes para entender las tendencias de la economía mundial, se destacó la presencia de Directoras de Sostenibilidad (CSO), que pasó de representar de 20% a 60% en menos de cinco años. Este porcentaje en sí mismo marca una tendencia, pero es aún más revelador si se considera que, entre todos los líderes empresariales, las mujeres nunca representaron más de 25% de los participantes.

A nivel mundial, gran parte de las referentes en sustentabilidad de grandes compañías son mujeres: Kara Hartnett Hurst lo es de Amazon; Melanie Nakagawa, de Microsoft; Kate Brandt, de Google, o en financieras como Goldman Sachs y Bridgewater Associates, lo es Karen Karniol-Tambour.

Estos puntos abren, al menos, tres grandes preguntas: ¿Es el rol de sustentabilidad el espacio que le abrirá las puertas a más mujeres para establecerse en puestos de liderazgo corporativo?, ¿cuáles son las razones por las cuales cada vez hay más mujeres en estos puestos?, ¿qué demandas hay hoy y cuales son las que habrá en un futuro cercano alrededor de estos roles?

“Nuestra reciente inclusión al mundo laboral nos ha prevenido de tener algunos sesgos históricos de que ‘así es como se hacen las cosas’. Hemos cuestionado muchas cosas y hemos impulsado cambios sistémicos para llegar a donde lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo, y eso hace que seamos las personas idóneas para ocupar un puesto como este, que requiere esa mentalidad”, dice Ana Paula Franco, líder de Sustentabilidad del supermercado Jüsto, emprendedores destacados de Endeavor.

“Además, tal como sugieren varios estudios, las mujeres podemos ser más propensas a ser más empáticas y compasivas, así como a considerar las implicaciones a largo plazo de sus decisiones, mientras que los hombres pueden mostrar una mayor inclinación hacia la toma de riesgos a corto plazo.

“Es por esto por lo que, incluso en la manera en la que tomamos decisiones de negocio, pensamos en la sustentabilidad de estas. Sumando a esto, muchas mujeres tienen una naturaleza protectora, que se puede ver manifestada al maternar y buscar lo mejor para las generaciones futuras o a través del cuidado al medio ambiente”, opina Franco.

Nalleli Barajas López, encargada de ESG en la Bolsa Mexicana de Valores, afirma que “de las personas que conozco que trabajan en sustentabilidad, al menos 80% son mujeres. “Creo que una de las razones por las cuales hoy hay más mujeres que hombres en estos puestos es porque, al ser un rol muy asociado con la RSE, que estuvo siempre ocupado por personas con formación en comunicación, recursos humanos o abogacía, que en la mayoría de los casos eran mujeres”, dice.

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“Se habla de sostenibilidad desde los 80, pero a medida que el tema fue evolucionando se fue tomando mucho más en serio y migró hacia la parte corporativa desde hace no tanto tiempo: antes eran dos mundos aparentemente aislados, el de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) y el de los negocios. Ahora ya no”, afirma.

Para Barajas, estamos en un momento en el que se está pasando de vincular el puesto a las “soft skills” a hacerlo con otras más “hard”. “El puesto de sustentabilidad, o antes RSE, se vio siempre desde una perspectiva humanista como voluntarios o reforestación, pero se está mudando a la parte corporativa, en donde los inversionistas piden que esta área esté vinculada muy directamente con las operaciones y las finanzas de la compañía”.

La sostenibilidad en una compañía no es un área aislada: es algo que, bien entendido, atraviesa cada una de las partes de una empresa, y requiere de una visión de largo plazo e integral, además de que implica tener muy buenas herramientas de relacionamiento para dialogar continuamente entre las diferentes partes.

“Es aquí donde aparece la necesaria interacción y combinación entre hombres y mujeres, para formar equipos que dialoguen, que interactúen, que tengan visión de corto y de largo plazos y que sepan vender hacia dentro y hacia afuera la importancia de estas transformaciones en la cadena de valor”, dice.

“Cuando en mi antiguo trabajo en Cemex armamos el área de Responsabilidad Social, éramos un equipo de más de 12 mujeres, todas de carreras diferentes. Había ingenieras, contadoras, pero el gran propósito que nos unía siempre era el querer contribuir a dar a los demás y estar como más preocupadas por qué seguía”, afirma Karen Farias Cruzado, directora de ESG de Aeroméxico.

“En mis años de trayectoria platiqué con muchos hombres y mujeres vinculados a estas áreas, y creo que si bien ambos géneros funcionan muy bien en estas áreas, sus drivers y sus modos de trabajo son diferentes.

“Los hombres quizás son mucho más de acción, de resolver el corto plazo. Nosotras quizás nos proponemos más cómo podemos mejorar lo que tenemos y hacer estrategias a largo plazo, y tenemos una conexión diferente con la gente, otro tipo de inteligencia emocional”, dice.

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En estos puestos, la sensibilidad social es un arma de doble filo: empatizar con temas como la inclusión, la diversidad y el medio ambiente es fundamental para entenderlos y trabajarlos, pero requiere sumergirse en problemas profundos y de mucha complejidad, que muchas veces implica poner el cuerpo.

“Desde que comencé mi carrera hasta hoy, mi rol cambió mucho. Al principio era ir a comunidades, convivir, venir a mi casa con un nudo en la garganta y sentir culpa hasta por tener el privilegio de comer. Ahora estoy en un puesto más estratégico y generé autodefensas preguntándome continuamente para qué estoy haciendo lo que hago, qué dejaré en el camino si logro lo que la empresa se propone hacer, y en qué sentido vamos a trascender y a dejar una huella positiva a las próximas generaciones”, reflexiona Farías.

El futuro del rol

Según el reporte “Priorizando a las personas en la transformación empresarial sustentable, para 2030 se espera que la transición ecológica genere hasta 30 millones de nuevos puestos de trabajos. Sin embargo, En todos los sectores escasean las competencias verdes: 75% de los empleadores del mundo afirman tener dificultades para encontrar personal cualificado, y los mayores retos que tienen son encontrar trabajadores cualificados (44%), crear programas de mejora de las cualificaciones (39%) e identificar las cualificaciones existentes aplicables (36%).

“Hoy, cerca de 40% de los empleadores que están pensando en temas de sustentabilidad y sobre todo que están buscando talento y perfiles para desarrollar todo este tema, para ellos la principal dificultad que tienen es definir cuáles son las competencias que tienen que buscar”, afirma Fernando Bermudez, CMO Manpower para Latam.

“Aunque hoy los roles de sustentabilidad están vinculados a la Responsabilidad Social Empresarial, que muchas veces ocupan mujeres que vienen de recursos humanos, abogacía, economía o comunicación, en un futuro muy cercano este puesto, que cada vez tiene más demanda, requerirá formación y skills específicas que todas las personas que quieran ocuparlo deberán tener en cuenta para poder tener un plan de carrera”, dice Bermudez.

“Hay cuatro puntos fundamentales que se requerirán: el primero es que quien ocupe este puesto debe ser alguien con conciencia del impacto ambiental de su función; es decir, que seas consciente y tengas siempre presente por qué estás haciendo lo que estás haciendo, qué quieres lograr en el mediano y en el largo plazos con este rol, y que seas capaz de creer todos los días que realmente estás cambiando para bien algo en el mundo”, afirma.

La segunda habilidad está vinculada a la creatividad y la innovación. La capacidad de repensar cómo se han hecho las cosas y proponer nuevas maneras de trabajar y de generar cambios es absolutamente relevante para estos perfiles de puesto.

“La tercera está vinculada a la resolución de problemas y análisis, porque en estos puestos justamente lo que buscas es resolver un problema. Tenemos un planeta que se ha visto muy afectado por cómo hemos vivido durante todos estos siglos. ¿Cómo resolvemos esto con respuestas de corto, mediano y largo plazos? es una pregunta que estos puestos deberían responder”, cuenta.

Y por último, el saber analizar data dura. Tener formación o capacitarse en big data, Inteligencia Artificial y herramientas que permitan comparar datos duros, cuantitativos, y analizar estos problemas de medio ambiente a través de una estrategia que abarque desde lo más básico de la compañía hasta lo más profundo, y desde el presente hasta los posibles futuros, será fundamental para que estos roles evolucionen y sean aún más imprescindibles de lo que ya son hoy.

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