En estos puestos, la sensibilidad social es un arma de doble filo: empatizar con temas como la inclusión, la diversidad y el medio ambiente es fundamental para entenderlos y trabajarlos, pero requiere sumergirse en problemas profundos y de mucha complejidad, que muchas veces implica poner el cuerpo.
“Desde que comencé mi carrera hasta hoy, mi rol cambió mucho. Al principio era ir a comunidades, convivir, venir a mi casa con un nudo en la garganta y sentir culpa hasta por tener el privilegio de comer. Ahora estoy en un puesto más estratégico y generé autodefensas preguntándome continuamente para qué estoy haciendo lo que hago, qué dejaré en el camino si logro lo que la empresa se propone hacer, y en qué sentido vamos a trascender y a dejar una huella positiva a las próximas generaciones”, reflexiona Farías.
El futuro del rol
Según el reporte “Priorizando a las personas en la transformación empresarial sustentable, para 2030 se espera que la transición ecológica genere hasta 30 millones de nuevos puestos de trabajos. Sin embargo, En todos los sectores escasean las competencias verdes: 75% de los empleadores del mundo afirman tener dificultades para encontrar personal cualificado, y los mayores retos que tienen son encontrar trabajadores cualificados (44%), crear programas de mejora de las cualificaciones (39%) e identificar las cualificaciones existentes aplicables (36%).
“Hoy, cerca de 40% de los empleadores que están pensando en temas de sustentabilidad y sobre todo que están buscando talento y perfiles para desarrollar todo este tema, para ellos la principal dificultad que tienen es definir cuáles son las competencias que tienen que buscar”, afirma Fernando Bermudez, CMO Manpower para Latam.
“Aunque hoy los roles de sustentabilidad están vinculados a la Responsabilidad Social Empresarial, que muchas veces ocupan mujeres que vienen de recursos humanos, abogacía, economía o comunicación, en un futuro muy cercano este puesto, que cada vez tiene más demanda, requerirá formación y skills específicas que todas las personas que quieran ocuparlo deberán tener en cuenta para poder tener un plan de carrera”, dice Bermudez.
“Hay cuatro puntos fundamentales que se requerirán: el primero es que quien ocupe este puesto debe ser alguien con conciencia del impacto ambiental de su función; es decir, que seas consciente y tengas siempre presente por qué estás haciendo lo que estás haciendo, qué quieres lograr en el mediano y en el largo plazos con este rol, y que seas capaz de creer todos los días que realmente estás cambiando para bien algo en el mundo”, afirma.
La segunda habilidad está vinculada a la creatividad y la innovación. La capacidad de repensar cómo se han hecho las cosas y proponer nuevas maneras de trabajar y de generar cambios es absolutamente relevante para estos perfiles de puesto.
“La tercera está vinculada a la resolución de problemas y análisis, porque en estos puestos justamente lo que buscas es resolver un problema. Tenemos un planeta que se ha visto muy afectado por cómo hemos vivido durante todos estos siglos. ¿Cómo resolvemos esto con respuestas de corto, mediano y largo plazos? es una pregunta que estos puestos deberían responder”, cuenta.
Y por último, el saber analizar data dura. Tener formación o capacitarse en big data, Inteligencia Artificial y herramientas que permitan comparar datos duros, cuantitativos, y analizar estos problemas de medio ambiente a través de una estrategia que abarque desde lo más básico de la compañía hasta lo más profundo, y desde el presente hasta los posibles futuros, será fundamental para que estos roles evolucionen y sean aún más imprescindibles de lo que ya son hoy.