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¿Quieres que tú y tus hijas tengan trabajo en 2050? La clave está en las STEM

En 25 años, 75% de los trabajos requerirán habilidades de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (en inglés, STEM). Sin embargo, es una de las áreas con mayor brecha de género en México.
jue 25 abril 2024 11:30 AM
Biology class at high school lab
Solo 8% de las niñas planea estudiar una carrera STEM en comparación con 27% de los niños.

Un profesor manda a las niñas a colorear y a los niños a ensamblar chips. Una mamá o un papá le preguntan a su hija qué quiere ser cuando sea grande, pero en el menú de posibilidades no incluye ninguna carrera “que no sea de mujeres”. En la juguetería, el rack de juguetes para ellas está lleno de muñecas y el de ellos, de autos y de Legos. Así llegamos a que, de acuerdo con estudios recientes de la UNESCO, nueve de cada 10 niñas asocie hoy la ingeniería con valores masculinos.

En América Latina solo 8% de las niñas planea estudiar una carrera STEM en comparación con 27% de los niños. Y en México, como muestra el Imco, el país tardará 37 años para que el número de mujeres que estudian estas carreras sea similar al que mantienen los hombres hoy, porque las mujeres aún representan menos de 34% del total de investigadores, con una de las desigualdades más grandes de todo el continente, segun un reporte de ONU Mujeres 2019.

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Siendo que ocho de los 10 empleos mejor pagados son los basados en las competencias STEM y que para 2050, el 75% de los trabajos requerirá habilidades tecnológicas, este es un problema. Si no se soluciona, las mujeres en 2050 no solo tendrán que luchar por romper la brecha salarial, sino que retrocederán en lo más básico: se quedarán afuera de la mayoría de los trabajos que estén disponibles en el mercado.

“Las empresas del futuro son de ciencia y tecnología y de la inteligencia artificial. Y si las mujeres no estamos preparadas en estos temas, no seremos parte del futuro. Deberíamos estar poniendo el ojo allí porque es la industria que está permeando el futuro y que está construyendo el mundo”, indica Ana Karen Ramirez, Fundadora de Epic Queen, la primera organización de México y en Latinoamérica de niñas y mujeres en STEM, y ganadora de los Women in Tech Global Awards 2023.

Para Marcelo Torres, Director Regional de Desarrollo de Negocios en Laboratoria, “las barreras sistémicas que aparecen desde las infancias son las que instalan la idea de que hay carreras para niños y carreras para niñas”.

“Los dos primeros factores que hacen que las mujeres no estudien carreras STEM son los sesgos de sus entornos más cercanos y la invisibilización de modelos a seguir. De mujeres que ya hayan podido llegar a puestos de liderazgo femenino y que las niñas puedan ver como ejemplos de lo que quieren ser”, indica Torres.

Pero las barreras, como marca el BID, no son tan solo estas tres, sino ocho. Incluyen las limitaciones en el sector educativo, como la falta de educación con mirada de género, el impacto restrictivo de los roles de género (es decir, las expectativas sobre cómo deben ser, actuar y desenvolverse las personas a lo largo de sus vidas, dependiendo de si son hombres o mujeres) y la socialización de estereotipos y sesgos inconscientes (frases, comentarios y actitudes que condicionan el comportamiento de una persona).

También, la falta de equidad en el reparto de las tareas domésticas, los ambientes laborales poco aptos para el crecimiento profesional de las mujeres y la creencia en la estrategia del género neutro.

Luego de los sesgos y barreras durante las infancias, llegan las barreras de adulta. Un estudio de Accenture y Girls Who Code detalla que la mitad de las mujeres van a dejar su carrera en tecnología antes de los 35 años. “En las empresas se habla de diversidad, pero si no incluyen la flexibilidad y el diseño de políticas que les permitan ejercer roles que lamentablemente todavía les toca ejercer para compaginar sus tareas personales con su desarrollo profesional, el camino se hace muy cuesta arriba”, indica Torres.

“Hay apoyo en las escuelas, incluso muchas veces en las familias, pero en la fuerza laboral, sobre todo en la parte científica, no. A la hora que se gradúan como científicas en doctoradas no hay tantas plazas abiertas, entonces las chicas se desaniman y no quieren seguir adelante”, afirma la creadora de Epic Queen.

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Y entonces, ¿qué hacemos?

El problema es multidimensional y las potenciales soluciones también deben serlo. Para Graciela Rojas, Fundadora y directora de Movimiento STEM, se deben realizar acciones desde cada uno de los sectores sociales para que la situación evolucione y la brecha se haga más corta. “Una de las cuestiones es crear políticas públicas que contemplen la disolución de la brecha salarial y el acceso a guarderías, por ejemplo. Hay países, como Francia, donde es obligatorio que 50% de los consejos empresariales estén ocupados por mujeres, desde una política estatal”, indica Rojas.

“Hay apoyo en las escuelas, incluso muchas veces en las familias, pero en la fuerza laboral, sobre todo en la parte científica, no. A la hora que se gradúan como científicas en doctoradas no hay tantas plazas abiertas, entonces las chicas se desaniman y no quieren seguir adelante”.
Ana Karen Ramirez, Fundadora de Epic Queen

La especialista también afirma que la familia juega un rol fundamental, y por eso, hay que trabajar también desde allí, detectando sesgos conscientes o inconscientes, para no encasillar a las niñas. “Además, desde las empresas, crear políticas empresariales que generen un ambiente propicio para que las mujeres accedan a puestos de decisión y desde las escuelas, impulsar programas vocacionales que muestren a las adolescentes y jóvenes cuáles son las necesidades de talento del futuro, y por lo tanto, que se acerquen a las carreras y sectores con el mayor potencial de crecimiento y competitividad, que tradicionalmente están vistas como ‘para hombres’”, asegura.

“Existen espacios de diferentes organismos y empresas en los que las niñas pueden conocer historias sobre mujeres que triunfaron en las ciencias. El de Laboratoria es Código M, que son cursos y talleres que buscan brindarles la información, motivación y conexiones que les permitan dar sus primeros pasos en el área tecnológica a través de pláticas, cursos y talleres”, indica Torres.

Para acercar la ciencia en el día a día a las niñas, una de las estrategias que propone Rojas es “usar el pretexto de conocer más acerca de los fenómenos naturales que nos rodean, como el reciente eclipse, a través de las ciencias, eliminar mitos y generar mayor curiosidad”.

Además, ayudar a que las mujeres aprendan a valorar cuando se equivocan, en lugar de juzgarse, porque el fracaso representa gran parte del aprendizaje en las ciencia y generar espacios para que se hagan más preguntas, exploren y se aventuren, y crear condiciones para que se acerquen a la ciencia desde un lugar de posibilidades, y no de prejuicios, para que si deciden que esa es la profesión que desean tomar, sepan que pueden hacerlo.

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