Esas brechas son las que Black quiere cerrar. “Empecé a trabajar con más mujeres y empecé abrir más espacios en cada proyecto que yo tenía, y cuando llegó la hora de trabajar con Zacua, lo pusimos sobre la mesa y tomamos la decisión de que fuera ensamblado completamente por mujeres. En 136 años de industria, nunca había existido un auto que fuera ensamblado por mujeres”, comentó Black.
Su negocio empezó a tener eco internacional, tanto así que la marca ha llamado la atención de países como Japón, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos. Nazareth Black cuenta a Expansión cómo ha sido su gestión y los retos y oportunidades que se han abren en el sector.
Expansión (E): ¿Desde Zacua, cuál consideras que ha sido la mayor aportación en el tema de brecha de género?
Nazareth Black (NB): Bueno, no quiere decir que Zacua sea una empresa de solo mujeres, nosotros lo que buscamos es disminuir la brecha de género, porque queremos equidad, lo que entonces no podemos hacer es desterrar al hombre de los proyectos. Tenemos que aprender a colaborar con los hombres, y la mujer tiene un papel muy importante dentro del proyecto. Buscamos que la parte de ensamblaje sea solamente con mujeres y abrir espacios seguros.
Como mujeres hay ciertas conductas que no hemos podido erradicar, como el acoso. El sentir que a veces no estás preparada, no te dará un espacio por el simple hecho de ser mujer. No queremos darles espacios solo por ser mujeres, sino simplemente no negarles el espacio. Abrimos esos espacios para que puedan ir a pelear por ellos y luego, con resultados, sostenerse.