Leticia Castillo Rojas lleva 30 años trabajando en procesos de manufactura, la mayor parte, 28 de ellos, en Bonafont, la marca de agua embotellada de Danone. Y, ahora, por primera vez, lo hace en una línea de producción operada y gestionada totalmente por mujeres. “Durante toda mi vida he trabajado mucho con hombres, y empezar a trabajar más con mujeres me ha ayudado a mejorar mi comunicación y a retarme a mí misma, al verlas a ellas desempeñar actividades que yo no he hecho todavía”, afirma.
20 mujeres ponen en marcha cada día esta línea, una de las ocho que tiene la planta de Bonafont en Toluca. El proceso de cambio comenzó en 2018, cuando la empresa empezó a analizar su conversión. Y, desde 2020, trabaja 100% con personal femenino, la primera y única, por ahora, de los 34 centros industriales de la empresa francesa en el país. En el resto de líneas, el porcentaje de mujeres ronda el 25%. Durante esos dos años de implementación, se hizo un plan que incluyó el proceso de reclutamiento, la selección y la capacitación del personal.
Benjamín Soria, gerente senior de Desarrollo Organizacional & Transformación y líder de Diversidad Inclusiva de la compañía, afirma que la reconversión de la línea va de la mano del posicionamiento de Bonafont, que ha puesto en el centro de su estrategia a las mujeres como consumidoras. “Queríamos mandar un mensaje importante en una marca que está pensada para mujer. Y además de nuestro producto, queríamos ofrecer a las mujeres más oportunidades de desempeñarse en áreas que normalmente son ocupadas por hombres considerando que sólo 9% de ellas estudian carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), del cual sólo 12% se gradúa y sólo 4 de 10 mujeres que lo hace termina trabajando en una planta de operaciones”, explica. De hecho, algunas de las mujeres que trabajan en la línea han utilizado maquinaria pesada por primera vez en su vida.