En el marco de este mes, es inevitable reflexionar sobre el papel crucial que desempeñan las mujeres en la transformación digital y cómo la capacitación tecnológica puede ser la llave para cerrar la brecha de género en el mercado laboral. A pesar de los avances, las cifras siguen siendo alarmantes: en Latinoamérica, las mujeres representan menos del 30% de la fuerza laboral en tecnología, y en México, apenas el 12.9% de los trabajos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) están ocupados por mujeres, según un informe de IDC.
El futuro del trabajo necesita mujeres liderando la transformación digital
En un mundo donde la automatización, la Inteligencia Artificial y el análisis de datos están transformando la economía, no podemos permitirnos dejar a las mujeres fuera de esta revolución.
Publicidad
Estas cifras no solo reflejan una desigualdad persistente, sino también una oportunidad perdida. Según un estudio de McKinsey, cerrar la brecha de género en el mercado laboral podría agregar hasta 12,000 millones de dólares al PIB global para 2025. En un mundo donde la automatización, la Inteligencia Artificial y el análisis de datos están transformando la economía, no podemos permitirnos dejar a las mujeres fuera de esta revolución.
Sin embargo, el camino para cerrar estas brechas es largo, lento y lleno de dificultades. Lo sé porque lo vivo todos los días. Desde cómo redactamos una descripción de puesto hasta cómo evaluamos a una candidata frente a varios candidatos, cada decisión importa. Cuando elegimos quiénes aparecen en publicaciones de redes sociales, quiénes participan en un panel de conversación o quiénes serán speakers en eventos, se está moldeando la narrativa de quién pertenece en el mundo de la tecnología. Incluso cuando, como mánagers, decidimos quién tiene más méritos para acceder a espacios de toma de decisiones, estamos enfrentando un sistema que históricamente ha excluido a las mujeres.
Estos esfuerzos del día a día pueden parecer pequeños, incluso insignificantes, pero son fundamentales. Es importante detenernos a pensar en cada uno de estos momentos y en muchos más. En todos, si es posible. Se va a sentir demasiado, y se va a sentir que nunca es suficiente, pero eso no debe desalentarnos. Cada paso cuenta, porque cada paso construye un camino hacia un futuro más equitativo.
La capacitación tecnológica es una de las herramientas más poderosas que tenemos para empoderar a las mujeres. No solo les permite acceder a empleos mejor remunerados, sino que también les da la oportunidad de liderar la innovación en sus comunidades. He visto cómo miles de mujeres han transformado sus vidas al adquirir habilidades clave en áreas como inteligencia artificial, desarrollo de software y ciencia de datos. Estas mujeres no solo están cerrando la brecha de género, están abriendo puertas para las generaciones que vienen detrás de ellas.
Pero no podemos hacerlo solas. Es fundamental que gobiernos, empresas y organizaciones educativas trabajen juntos para garantizar que más mujeres tengan acceso a programas de capacitación tecnológica en cualquier nivel y etapa productiva. Esto incluye la creación de políticas públicas inclusivas, el aumento de becas y subsidios, y la promoción de modelos a seguir femeninos en tecnología.
Publicidad
Sabemos que la educación es la clave para transformar vidas y cerrar la brecha de género en el mercado laboral. Se debe tener el compromiso de empoderar a más mujeres en Latinoamérica para que lideren la innovación y ocupen los espacios que merecen en la industria tecnológica.
El futuro del trabajo necesita mujeres liderando la transformación digital. Necesita sus ideas, su creatividad y su liderazgo. Porque cuando las mujeres avanzan, avanzamos todos.
____
Nota del editor: Nicole Chapaval es CBO en Platzi. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión
Publicidad
