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Así impacta en tu productividad un trastorno de sueño

Los trastornos del sueño infantil no solo pueden repercutir en quien lo padece, sino también en las dinámicas de vida de los padres y todos los involucrados en el entorno del niño.
mié 25 diciembre 2024 07:01 AM
Así impacta en tu productividad un trastorno de sueño
Si no es tratado adecuadamente, un trastorno puede tener implicaciones profundas en la vida durante la etapa adulta, y por ende, en su capacidad para desarrollarse plenamente tanto en la vida profesional como en la personal, apunta Michelle Grinberg.

Algo que nunca me dijeron y que jamás imaginé vivir fue enfrentar complicaciones, junto con mis bebés, en términos de sueño. Cuando tienes un par de gemelos, la idea de coordinar todos los aspectos básicos de la crianza ya es suficiente desafío; pero coordinar los espacios de sueño ¡al doble!, puede parecer misión imposible.

Lo que en teoría debió ser un proceso natural y cíclico durante mi primer embarazo, se convirtió en una fuente constante de estrés. Este desajuste siempre presente me llevó a un punto de crisis física y emocional que afectó varias relaciones personales.

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Esta experiencia me marcó tanto que provocó que me capacitara y certificara en el tema, por eso, ahora con más conocimiento, quiero escribir sobre esto, ya que afecta a miles de mujeres, parejas y familias en todo el país.

Los trastornos del sueño infantil no solo pueden repercutir en quien lo padece, sino también en las dinámicas de vida de los padres y todos los involucrados en el entorno del niño. Si no es tratado adecuadamente, un trastorno puede tener implicaciones profundas en la vida durante la etapa adulta, y por ende, en su capacidad para desarrollarse plenamente tanto en la vida profesional como en la personal.

El sueño es un estado natural y reversible de descanso que ocurre en ciclos, se caracteriza por una disminución de la conciencia, la actividad motora y la percepción sensorial, en concreto: es una necesidad biológica fundamental, por eso, al tener problemas para conciliarlo a través de un trastorno, ya sea incluso afectando o variando los espacios de tiempo que podemos destinar a esta actividad, es que el esquema completo del cuerpo y el cerebro se ven afectados.

En México, se estima que hasta un 30% de los niños en edad escolar enfrentan trastornos de sueño que pueden ir desde el insomnio hasta la apnea obstructiva del sueño. Esto no solo afecta -casi- de inmediato su rendimiento académico, sino también su capacidad de aprendizaje, la regulación de sus emociones y la construcción del sentido de autoeficacia, tan indispensable para formar personas capaces e independientes.

Cuando los ciclos de sueño se interrumpen constantemente, los niños no logran almacenar de forma eficiente la información, algo que de no ser tratado a tiempo, puede desencadenar problemas que afecten habilidades críticas, por ejemplo, en un entorno laboral se traduce a afectar la toma de decisiones, la resolución eficiente de problemas e incluso la creatividad.

La falta de sueño también es capaz de interferir en las habilidades para manejar el estrés, mostrar mayor resistencia ante escenarios de cambio y restringir la adaptabilidad, (cambio de casa, de trabajo, de rutina, etc.), y si bien hablar de productividad es algo que pudiera parece ser ajeno en la etapa infantil, a largo plazo puede manifestarse como fatiga crónica repercutiendo en dificultades para sostener carreras estables.

Pero… ¿Qué podemos hacer para ayudar a los niños que padecen algún trastorno de sueño? La buena noticia es que nunca es tarde para comenzar a regular, por ahora te recomiendo estas dos primeras acciones prácticas y eficientes, que aunque pueden parecer básicas, resulta que son clave para garantizar un desarrollo integral.

Primero: puedes crear un ritual nocturno, dedica de 20 a 30 minutos antes de dormir, para realizar con ellos actividades relajantes, como escuchar música suave o leer un libro, esto facilitará la transición del estado de alerta al de reposo, ayudándoles a conciliar un ciclo de sueño más reparador.

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Segundo: Elimina todos los distractores electrónicos, sé que ahora parece más obvio tener dispositivos cerca, aún sabiendo que son fuentes que detonan con facilidad los trastornos de sueño; por eso, aunque pueda ser complicado al inicio, es fundamental retirarlos de su alcance. La luz azul de las tablets, computadoras o celulares inhibe la producción de melatonina, la hormona del sueño.

¿Te imaginaste este impacto? Por mi parte, he de confesarles que durante mi primer embarazo con gemelos -lo último que pensé que llegaría con tan bonita experiencia de vida- sería este padecimiento ¡al doble! ¿Pensaste que las crisis de sueño infantil pueden afectar tanto a otras áreas de la vida adulta? Y aún más: ¿sabías que un trastorno de sueño puede también provocar estrés económico en una familia?

De esto último escribiré en una próxima columna, nos leemos pronto.

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Nota del editor: Michelle Grinberg es mamá de dos pares de gemelos. Durante su primer embarazo vivió una de las experiencias que más han marcado su vida: poner a dormir a sus bebés. Este gran desafío la motivó a fundar el Instituto del Sueño Infantil, donde ejerce como directora, y Dulces Noches ayudando a otras familias a implementar rutinas de sueño saludable desde los primeros meses de vida, asegurando un desarrollo pleno para sus hijos. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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