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Reducción de la semana laboral, impulso a la equidad de género y calidad de vida

Después de la pandemia, las desigualdades laborales se han acentuado, dejando a muchas mujeres en situaciones de salarios bajos y con escasas oportunidades de progreso así como desarrollo profesional.
lun 31 julio 2023 06:03 AM
Corresponsabilidad en la empresa, clave para la equidad de género
Aquellas organizaciones que siempre piensan en la gente como su principal activo, ayudarán a crear un futuro mejor para todos, señala Patricia Barra.

(Expansión Mujeres) - En México, la Ley Federal del Trabajo determina en su Artículo 61 que una persona puede trabajar hasta 48 horas a la semana, distribuidas en un máximo de ocho horas al día durante seis días a la semana; y su Artículo 69, que por cada seis días de trabajo disfrutará el trabajador de un día de descanso.

En este contexto, durante el pasado mes de abril se aprobó un proyecto que busca mejorar la productividad en el país a través de una fuerza laboral descansada. Este plan propone establecer una jornada laboral de cinco días de trabajo seguidos por dos días de descanso; en la práctica, esta medida reduciría el límite legal de 48 a 40 horas semanales.

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Y a pesar de que todavía falta que la propuesta sea debatida y aprobada por el Pleno de la Cámara de Diputados y el Senado, esta medida podría tener efectos positivos en términos de equidad de género. Podría abrir la posibilidad de que más mujeres se integren al mercado laboral, al mismo tiempo que les brinda la oportunidad de dedicar tiempo al cuidado de sus familias y hogares.

Recordemos que después de la pandemia, las desigualdades laborales se han acentuado, dejando a muchas mujeres en situaciones de salarios bajos y con escasas oportunidades de progreso así como desarrollo profesional. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), solo 4 de cada 10 mujeres están ocupadas en un trabajo y una de las principales razones por las que no trabajan o no buscan empleo es la dedicación a las tareas domésticas.

Por ello, será fundamental que las organizaciones puedan asirse de este proyecto e impulsar una mayor participación laboral de las mujeres para reducir la brecha de participación económica. De igual manera, será necesario adaptar y cambiar los conceptos actuales de trabajo, pues de su lado se requiere un cambio estructural, de procesos, compensaciones y beneficios orientados en apoyar a las colaboradoras a crear un equilibrio en sus funciones diarias.

La importancia de la calidad de vida

Sin duda, esta iniciativa no solo es importante cuando hablamos de derechos laborales, sino que también está enfocada en generar un impacto en la salud física y mental de los colaboradores. Para nosotras esto es importantísimo, dado que realizamos más trabajo no remunerado (cocinar, lavar, hacer limpieza, cuidar niños, etc.) que los hombres.

Al reducir la jornada laboral, las mujeres podemos solventar distintas problemáticas emocionales y sociales, así como tener más tiempo libre para realizar actividades personales o de ocio. Esto sin duda mejora nuestra calidad de vida e incrementa nuestro bienestar emocional.

La fusión de prácticas laborales flexibles y estrategias enfocadas al wellbeing también serán fundamentales para adoptar esta iniciativa de la mejor manera. Cuanto más se planifiquen, se diseñen e implementen, el balance entre vida personal y trabajo traerá como resultado profesionistas felices, saludables, motivadas y leales.

Antes de iniciar la ejecución de un plan orientado en la reducción de la semana laboral, es importante tomar en cuenta los siguientes consejos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO):

1. Reflexionar. Revisar cuáles serán los límites del plan de acuerdo con el giro de la organización antes de implementarse, por ejemplo, verificar si las metas, así como los métodos de producción y procesos están alineados con esta nueva forma de trabajo.

2. Autodiagnósticarse. Conocer las necesidades de las profesionistas, saber desde que lugares se puede partir para dar los primeros pasos al plan y de qué manera apoyarlas, motivarlas para lograr los resultados deseados.

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3. Explorar. Buscar en las opciones de flexibilidad laboral qué pueden transformar la vida de las colaboradoras. Basada en la realidad descubierta, los modelos de trabajo híbrido y remoto han pasado a un siguiente nivel, ya que se adaptan perfectamente a los requerimientos actuales, brindan autonomía, organización y enfoque.

4. Estructurar. Modificar las nuevas estrategias a las necesidades de cada uno de los roles en los que se encuentra la fuerza laboral femenina.

5. Evaluar y comunicar. Valorar el impacto de las nuevas políticas, analizar si la asignación de responsabilidades es la correcta para el cumplimiento de los objetivos o requiere de un rediseño. Y considerar posibles alternativas en cuanto al cuidado de los hijos, particularmente en la primera infancia.

Implementar este tipo de iniciativas conlleva un gran reto en materia de productividad, rentabilidad y costos, sin embargo, los efectos positivos a largo plazo serán mayores. Recordemos que aquellas organizaciones que siempre piensan en la gente como su principal activo, ayudarán a crear un futuro mejor para todos. Aprovechemos esta oportunidad para transformar y rediseñar el trabajo.

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Nota del editor: Patricia Barra es Head of Wealth LatAm Aon. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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