Y a pesar de que todavía falta que la propuesta sea debatida y aprobada por el Pleno de la Cámara de Diputados y el Senado, esta medida podría tener efectos positivos en términos de equidad de género. Podría abrir la posibilidad de que más mujeres se integren al mercado laboral, al mismo tiempo que les brinda la oportunidad de dedicar tiempo al cuidado de sus familias y hogares.
Recordemos que después de la pandemia, las desigualdades laborales se han acentuado, dejando a muchas mujeres en situaciones de salarios bajos y con escasas oportunidades de progreso así como desarrollo profesional. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), solo 4 de cada 10 mujeres están ocupadas en un trabajo y una de las principales razones por las que no trabajan o no buscan empleo es la dedicación a las tareas domésticas.
Por ello, será fundamental que las organizaciones puedan asirse de este proyecto e impulsar una mayor participación laboral de las mujeres para reducir la brecha de participación económica. De igual manera, será necesario adaptar y cambiar los conceptos actuales de trabajo, pues de su lado se requiere un cambio estructural, de procesos, compensaciones y beneficios orientados en apoyar a las colaboradoras a crear un equilibrio en sus funciones diarias.
La importancia de la calidad de vida
Sin duda, esta iniciativa no solo es importante cuando hablamos de derechos laborales, sino que también está enfocada en generar un impacto en la salud física y mental de los colaboradores. Para nosotras esto es importantísimo, dado que realizamos más trabajo no remunerado (cocinar, lavar, hacer limpieza, cuidar niños, etc.) que los hombres.
Al reducir la jornada laboral, las mujeres podemos solventar distintas problemáticas emocionales y sociales, así como tener más tiempo libre para realizar actividades personales o de ocio. Esto sin duda mejora nuestra calidad de vida e incrementa nuestro bienestar emocional.
La fusión de prácticas laborales flexibles y estrategias enfocadas al wellbeing también serán fundamentales para adoptar esta iniciativa de la mejor manera. Cuanto más se planifiquen, se diseñen e implementen, el balance entre vida personal y trabajo traerá como resultado profesionistas felices, saludables, motivadas y leales.
Antes de iniciar la ejecución de un plan orientado en la reducción de la semana laboral, es importante tomar en cuenta los siguientes consejos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO):
1. Reflexionar. Revisar cuáles serán los límites del plan de acuerdo con el giro de la organización antes de implementarse, por ejemplo, verificar si las metas, así como los métodos de producción y procesos están alineados con esta nueva forma de trabajo.
2. Autodiagnósticarse. Conocer las necesidades de las profesionistas, saber desde que lugares se puede partir para dar los primeros pasos al plan y de qué manera apoyarlas, motivarlas para lograr los resultados deseados.