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Gracias, gracias, gracias

Es nuestro deber continuar construyendo desde las bases que nos han forjado y aportar desde cualquiera que sea nuestro rol en la sociedad, considera Heidi Martínez.
sáb 25 marzo 2023 07:01 AM
Gracias, gracias, gracias
Si bien es cierto que hay mucho camino por recorrer para alcanzar la equidad de género, también lo es que los avances han sido importantes y ahora podemos ejercer casi cualquier profesión que sólo eran realizadas por hombres, apunta Heidi Martínez.

(Expansión Mujeres) - En este mes en el cual se conmemora el Día Internacional de la Mujer, no puedo dejar de dar gracias y reconocer a todas aquellas mujeres que forman parte de mi linaje y que de alguna u otra forma aportaron con su granito de arena y ayudaron a forjar mi carácter, además de hacer un gran esfuerzo para romper estereotipos que han permitido que las situaciones cambien y yo pueda libremente decidir la mujer que quiero ser.

Dos de las grandes mujeres de las que más he aprendido son: mi abuela (mi Tita) y mi madre.

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Tengo grandes enseñanzas de mi Tita, quien siendo una mujer que toda su vida vivió en la playa, un día por temas de salud tuvo que venir a la Ciudad de México, lo cual cambió radicalmente todo su mundo. Dejó la brisa del mar y las caminatas al atardecer para vivir en una casa habitación, que, si bien era confortable, no tenía una vista tan majestuosa como lo es la inmensidad del mar; además de que ya no era posible salir con tanta facilidad a dar sus caminatas por las tardes y saludar a viejos conocidos.

Sin embargo, ella encontró siempre el lado positivo y se adaptó a su realidad. Tenía mucha fuerza de voluntad para seguir al pie de la letra cada una de las instrucciones de su doctor y lo que más me sorprendió es que le encontró la magia a vivir en la jungla de asfalto.

Mi madre solo tuvo la oportunidad de estudiar hasta la secundaria y decidió dejar su pueblo para buscar mejores opciones de vida para ella y para mí. Siempre tuvo presente que sus hijas algún día asistirían a la universidad y tengo que reconocer que fue muy tenaz y persistente en sus objetivos; gracias a eso soy la primera mujer en la familia que ha concluido una licenciatura y actualmente cuento con una maestría. Mi madre siempre fue mi confidente y quien me impulsaba para dar mi mayor esfuerzo, sin importar lo complicada que pudiera ser la situación.

Es un hecho que todas y cada una de nosotras tiene grandes mujeres como referentes en nuestras vidas, las cuales pueden ser familiares, amigas, compañeras de trabajo o sólo conocidas y las cuales nos han inspirado y han aportado para que la equidad de género sea cada vez mayor.

Si bien es cierto que hay mucho camino por recorrer para alcanzar la equidad de género, también lo es que los avances han sido importantes y ahora podemos ejercer casi cualquier profesión que históricamente sólo eran realizadas por hombres, tales como: bombero, soldado, contador, taxista, abogado, artes marciales mixtas, entre otras; podría seguir listando más ejemplos, pero para no limitarnos se podría decir que podemos ejercer lo que deseemos; solamente obteniendo la capacitación correspondiente.

Todo esto ha sido posible porque han existido mujeres con la valentía de hacer algo diferente, de luchar por sus ideales y objetivos, que han sacado ventaja de su realidad y que han inspirado a otras a hacer lo mismo o más.

Es nuestro deber continuar construyendo desde las bases que nos han forjado y aportar desde cualquiera que sea nuestro rol en la sociedad:

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Desde apoyar o crear iniciativas en nuestro centro de trabajo para que un mayor número de mujeres tenga la oportunidad de seguir creciendo dentro de la organización y pueda acceder a los puestos de alta dirección, hasta dar mentoría a mujeres para que sea más fácil que puedan romper el tan famoso techo de cristal.

Debemos motivar e inspirar a las nuevas generaciones de niñas a soñar y hacerles saber que pueden aspirar a hacer lo que ellas deseen. El apoyo como sociedad también es fundamental para que niñas de escasos recursos puedan tener acceso a la educación; Asimismo, dar pláticas en primarias y secundarias para inspirar a más chicas a seguir estudiando pueden ser los primeros pasos para predicar con el ejemplo, ya que nunca sabes a quien puedas inspirar.

Estas son solo algunas ideas de las acciones que se podrían hacer para que cada vez haya más mujeres que libremente puedan decir: “Soy la mujer que decidí ser”.

Sin embargo, este es un trabajo en equipo, en el cual hombres y mujeres debemos sumar esfuerzos, el tener una sociedad con mayor equidad de género es algo que nos favorecerá a todos.

Nota del editor: Heidi Martínez es la primera mujer en convertirse en Socia de Control de calidad y gestión de riesgos en Salles Sainz Grant Thornton. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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8MDía Internacional de la MujerOpiniónMujeresSociedadEquidad de género

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