De acuerdo con la
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo
, 4 de cada 10 mujeres trabajan, representando más de la mitad (52%) de la población económica activa y liderando el 35% de las micro, pequeñas y medianas empresas en nuestro país. Con el establecimiento del trabajo remoto como una nueva normalidad, los porcentajes de inclusión económica de las mujeres se potencializaron, representando también nuevos retos para equilibrar sus actividades y establecer límites entre la vida personal y profesional.
Si bien el trabajo en casa permitió que las familias interactuaran de forma más cercana y crearan nuevos patrones de convivencia, también implicó una reestructuración de su agenda y actividades, especialmente en las mujeres, sobre quienes muchas veces recaen tareas de crianza y trabajo doméstico, sumándole también el acompañamiento escolar por parte de las mamás para el 84% de los niños en edad preescolar y 77% de nivel primaria. Tal situación derivó en que
mujeres y madres en particular sufrieran un drástico aumento en sus niveles de estrés al inicio de la pandemia
.
En este escenario, las madres trabajadoras encontraron dos caras en la tecnología: un elemento más para equilibrar en su ya complicado esquema de multitareas, y una herramienta flexible que ha permitido digitalizar procesos y liberar algunas responsabilidades menos apremiantes.
Con la transición hacia esquemas de trabajo híbridos, este sector puede encontrar lo mejor de dos mundos, conservando los vínculos clave de esta nueva dinámica familiar, pero con la libertad y autonomía que necesitan para seguir desarrollando su carrera.
Con dos años de experiencia en cómo interactuar y ser más productivas a través de la tecnología, las mujeres podemos aprovechar esta digitalización para habilitar nuestras capacidades y tener un mejor control de nuestros tiempos y necesidades, logrando marcar espacios y momentos para el trabajo, la familia y el autocuidado.
De este modo, la tecnología empodera a las mujeres no solo a través de soluciones digitales, sino desde los mismos dispositivos con los que nos comunicamos, colaboramos y trabajamos, siendo éstos herramientas ágiles y confiables que nos permiten realizar tareas de forma sencilla e intuitiva.