Mujeres al frente: las empresas apuestan por su liderazgo en pandemia

Al ser mujeres tenemos ciertas ventajas que no pueden ser ignoradas, como la innovación, la creatividad y la apertura, las cuales también incrementan en los equipos de trabajo liderados por nosotras.
Es importante que las empresas apuesten por retener el talento. ¿Cómo? Sencillo, siendo empáticos con cada una de las colaboradoras, considera Thaís Starling.

(Expansión Mujeres) - Si bien no hay duda de que la pandemia por COVID-19 impactó severamente al mercado laboral mexicano, los efectos no fueron los mismos para todos los trabajadores. Las mujeres, en especial, enfrentaron importantes desafíos. El confinamiento y las restricciones de movilidad no solo las llevaron a adaptarse a una nueva forma de realizar sus actividades profesionales, sino también a asumir sus responsabilidades familiares y personales en la misma jornada.

Hubo un momento en el que muchas mujeres pusieron pausa a sus carreras -incluso las abandonaron- por el impacto del COVID-19, justo cuando más se requería tenerlas en puestos de liderazgo. Pero conforme las empresas entendieron que se estaban enfrentando a una importante crisis económica y laboral, decidieron poner manos a la obra e implementar políticas para mantener al talento femenino.

Y los datos lo demuestran. De acuerdo con el estudio “Mujeres Directivas 2021” de Grand Thornton, el número de mujeres directivas en todo el mundo creció al pasar de 29% a 31% en un año, lo que significa que nueve de cada 10 empresas tienen por lo menos una mujer en su equipo de ejecutivos. Hoy podemos decir firmemente que 26% de los puestos de dirección general y CEO son ocupados por ellas.

Depender de un entorno de trabajo 100% digital, aunado a la implementación de políticas de flexibilidad efectivas, hizo que las mujeres pudieran establecer sus propios horarios laborales, participar activamente en reuniones relevantes de la empresa y realizar actividades personales.

Antes de la pandemia, muchas mujeres no tenían tanto éxito al intentar combinar trabajo con tareas del hogar y cuidado de la familia. Si bien para algunas esto no cambió durante el confinamiento, para las que son mamás el no tener que moverse les dio la posibilidad de supervisar a sus hijos, distraerlos del encierro y seguir trabajando.

Para mí, que soy mamá y esposa, el aislamiento no significó una alteración radical, ya que mi esposo y yo siempre hemos compartido las mismas responsabilidades por el cuidado de mi hija y de la casa, así que la “afectación” fue igual para ambos. En realidad solo bastó con organizarnos para que los dos pudiéramos concentrarnos en el trabajo y explotar todas nuestras habilidades, obviamente sin descuidar la dinámica familiar.

Mi entorno de trabajo se presta a la flexibilidad. Aquí no es raro que incluso el director general participe en llamadas mientras da la mamila a su hija menor.

Al ser mujeres tenemos ciertas ventajas que no pueden ser ignoradas, como la innovación, la creatividad y la apertura, las cuales también incrementan en los equipos de trabajo liderados por nosotras. Pero esto no es lo único, ya que tener a más mujeres tomando decisiones en las compañías promueve la llegada de nuevo talento y la retención del ya existente, debido a que impulsamos valores como la empatía y la orientación, que son clave para el liderazgo en tiempos de crisis.

Por si esto no fuera poco, hemos logrado que la reputación y la imagen externa de las empresas mejore considerablemente.

Aunque no todo es color de rosa. Es cierto que el COVID-19 aceleró el crecimiento del talento femenino, pero no sabemos si realmente se trate de un cambio permanente, lo que nos lleva a cuestionarnos qué sucede ahora que algunas empresas han decidido volver a una rutina presencial: ¿las mujeres tendrán la misma posibilidad de equilibrar su vida profesional y personal o deberán regresar a la dinámica pre-pandemia?

A ellas les preocupa. Un estudio realizado por Gartner indica que el 59% de las trabajadoras cree que sus compañeras que están en la oficina son vistas como de alto rendimiento, mientras que el 78% piensa que eso les dará más oportunidades de obtener un ascenso.

No podemos darnos el lujo de no tener a mujeres en la alta dirección, ni mucho menos de segmentar entre las que van o no a la oficina. Es importante que las empresas apuesten por retener el talento. ¿Cómo? Sencillo, siendo empáticos con cada una de las colaboradoras, protegiendo su integridad y bienestar para mantener su compromiso y, lo más relevante, estableciendo políticas y normas que faciliten el trabajo flexible.

Estar en un ambiente laboral que les permita elegir sus horarios de trabajo, atender sus necesidades personales y empoderar a sus equipos de trabajo es la clave para mantener su satisfacción y evitar la fuga de talento. Esperemos las estadísticas de este año para saber qué tanto aprendieron las compañías.

Nota del editor: Thaís Starling es Head of Operations y Product Operations (Business Architect) de Nubank México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

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