Solemos ahorrarnos los comentarios y evitamos levantar la mano para no incomodar. Nos preocupa cómo se pueden sentir los demás por lo que hemos dicho y guardamos silencio con tal de pertenecer.
En el episodio de Mujeduría en el que entrevistan a Ana Paula Jiménez de PwC mencionan que también ocurre que las veces que opinamos, devaluamos o justificamos nuestras ideas.
¿Te ha pasado? Quizá en una junta de trabajo has dicho cosas como “tal vez sea una pregunta tonta, pero…” o “nada más voy a interrumpir rápido para…” ¿Te das cuenta que en el fondo estás demeritando tu postura?
Sin querer, estás mostrando tu inseguridad, buscando en las demás personas su agrado para no dar una mala imagen.
Lo grave de omitir o justificar tu opinión por temor al rechazo es que tiene un efecto dañino en tu autoestima. Equivale a que consideres que las opiniones de los demás valen más que la tuya.
El miedo a ser rechazada y la duda ante lo que los otros piensen de ti te hace olvidarte de que tienes derecho a externar lo que piensas y también tienes derecho a equivocarte.
Equivocarse es parte crucial del aprendizaje. Mientras más te equivocas, más aprendes y más inteligente te vuelves. No eres mejor o peor persona por fallar en algo. Así que tomar la valentía de compartir lo que piensas es un buen ejercicio de autoconfianza.
Bien, ahora ¿Cómo dejar de minimizar tu opinión?
No se trata de culpar a tus papás por la manera en que te educaron. Finalmente su intención era que aprendieras a controlar tus impulsos y que respetaras normas.
Pero ahora eres una mujer independiente y con un criterio objetivo y es tu turno para externar tu opinión de una manera clara y firme, sin ser agresiva.
Se trata de ser genuina y no traicionar tu postura con tal de pertenecer. Siéntete con la libertad de reconocer tu opinión y compartir tu criterio aún a pesar de que pueda contrariar los gustos, expectativas o preferencias de otros. Confía en que mientras establezcas tu argumento con respeto es completamente válido. Claro, siempre tomando en cuenta que los demás tienen el mismo derecho.