Aunque ha habido avances, existe un largo camino por recorrer para lograr una mayor participación de mujeres en este órgano de gobierno corporativo; ya que los beneficios para quienes fomentan la diversidad en el Consejo pueden ser significativos, tal es el caso de los tres beneficios que comentamos a continuación.
1. Mejor entendimiento de las necesidades de clientes y mayor innovación
La diversidad de género en el Consejo de Administración fortalece la toma de decisiones, lo cual se atribuye a las diferentes perspectivas, que permiten eliminar sesgos inconscientes alimentados por formas homogéneas de pensar, dirigir y decidir.
Asimismo, al apoyar la representación de distintos segmentos de mercado se promueve el entendimiento de sus intereses y expectativas. Esta empatía con clientes apoya la toma de decisiones para desarrollar y mantener relaciones a largo plazo, ya que el Consejo podrá interpretar las necesidades del cliente de una forma más asertiva.
Aunado a lo anterior, las motivaciones y expectativas de las consumidoras y tomadoras de decisión en clientes actuales y prospectos podrán ser asimiladas de mejor forma si se cuenta con la visión femenina en el Consejo; para 2028, la mujer concentrará 75% de la decisión de compra de acuerdo con datos de Nielsen.
Por otro lado, la innovación también es favorecida cuando existe una mayor diversidad de género en el Consejo, ya que facilita retar el statu quo, mediante nuevas ideas generadas a partir de distintos puntos de vista, teniendo como referencia los diferentes contextos y experiencias de los integrantes.
2. La atracción y desarrollo de talento como inicio de un círculo virtuoso
Las empresas con mujeres en el Consejo de Administración tienen mayor probabilidad de atraer y retener al mejor talento. Considerando que las mujeres son el41.4% de la población económicamente activa, es indiscutible la importancia que tiene ser capaces de atraer y mantener dicho talento en la fuerza laboral. Esto significa convertirse en empresas empleadoras atractivas para candidatas que buscan crecimiento y desarrollo profesional.
Por otro lado, contar con mujeres en el Consejo también emite un mensaje contundente sobre la igualdad de oportunidades y reconocimiento del talento femenino en las empresas, y promueve modelos de referencia (role models) que ayudan a las colaboradoras a superar el síndrome del impostor.
Esto representa el inicio de un círculo virtuoso, ya que, al ser capaces de atraer y desarrollar talento femenino, las empresas contarán con candidatas para posiciones de mayor responsabilidad, como directivas que desarrollen las habilidades y experiencia para ser consideradas, eventualmente, como consejeras.