Durante la mayor parte de su carrera se ha desempeñado en el sector tecnológico, por lo que la innovación ha sido una constante en su desarrollo. Por lo tanto, procura no quedarse estática ni ella, ni en sus equipos de trabajo.
"En los lugares donde he estado he recibido un apoyo incondicional que de inmediato facilita la adaptación en el trabajo", comparte.
Contreras asegura que, pese a los cambios de compañía, siempre habrá constantes y en un nuevo ambiente es importante encontrar las formas de ser mejor, tanto de manera personal como para crear mejores relaciones laborales.
En su experiencia, al comenzar un nuevo empleo lo primero que hace es detectar las diferencias: cuáles son los aspectos de la rutina diaria que varían, cuáles son los procesos que se pueden optimizar y los que se pueden introducir.
"Para enfrentar a este ambiente cambiante, una de las claves para mejorar los equipos de trabajo desde el principio es mantener las puertas abiertas al fomentar una cultura que acepte y respete la pluralidad de ideas", afirma.
En segundo lugar, recomienda mejorar los tiempos de trabajo, pues no es posible ser innovadores si únicamente se está reaccionando para cumplir con los procesos recurrentes. Por ello, prioriza encontrar soluciones para resolver áreas de oportunidad que optimicen las actividades de cada día, no sólo para centrarse en tener más proactividad del equipo, sino también para ofrecerles una mejor calidad de vida.
Cambios de empleo a nivel directivo
Irte de una empresa con un puesto y volver tiempo después a la misma, pero con una posición de mayor jerarquía, es una experiencia que la directiva también ha vivido.
"Mi regreso a Samsung ha sido toda una aventura, en primer lugar se ha tratado de familiarizarse nuevamente con los procesos, recordar las pasadas experiencias con el equipo de mercadotecnia para continuar con la transformación digital centrada en los usuarios", afirma. "Al mismo tiempo, es un reto diferente asumir este tipo de liderazgo, que implica un estudio de las buenas prácticas que se han estado siguiendo y la implementación de cambios que nos ayuden a alcanzar, y superar, nuestras metas".
De acuerdo con ella, la principal diferencia que hay en cambiar de trabajo cuando estás en una posición operativa y en otra más gerencial se encuentra en la responsabilidad dentro y fuera de la empresa, pues estar frente a equipos tan grandes implica tener en cuenta que los logros son resultado de una labor colectiva y que las fallas se deben asumir y trabajar en los puestos de liderazgo.
Por ello, sostiene que el nivel directivo se debe centrar en fomentar ambientes laborales sanos, que optimicen las responsabilidades de cada integrante para siempre cumplir con las metas propuestas.
Además, apunta que al ocupar un puesto directivo se tiene que ser consciente de que se es la cara de la marca, por lo que los valores de la empresa —como responsabilidad social, trabajo, sustentabilidad, y diversidad e inclusión— siempre deben estar presentes y no solo se tienen que fomentar de forma interna; también se deben seguir a nivel personal para demostrar que se sigue un objetivo en conjunto.
Ximena Márquez, consultora en desarrollo profesional, explica que el nivel de expectativas de los resultados es muy distinto a nivel operativo que en un gerencial, pues en este último se espera una mayor experiencia, sobre todo si proviene de una empresa grande y de una posición similar.