De dicha proporción, poco más de la mitad trabaja directamente en la fabricación de vehículos, mientras que otras mujeres ocupan posiciones estratégicas en toda la cadena de suministro, así como en las áreas de ingeniería y soluciones de logística y de negocio.
Estas cifras, explicó Río Branco, son resultado de acciones como la puesta en marcha de campañas de reclutamiento, pero sobre todo, de la implementación de políticas para evitar la discriminación y reducir la brecha de género en el sector, con la finalidad de crear un entorno sano y con igualdad de oportunidades para el desarrollo profesional.
Principalmente, considerando la importancia que México tiene en la industria automotriz, donde destaca como el noveno país exportador de vehículos en el mundo, al albergar a la mayoría de los fabricantes de equipos originales (OEM).
Al mismo tiempo, desde la perspectiva de Ford, el país es el proveedor número uno fuera de Estados Unidos. De este modo, mensualmente se producen 67 millones de autopartes, lo que pone en evidencia la magnitud para la multinacional.
“Cuando decimos que estamos orgullosos de nuestros productos, realmente estamos orgullosos de todos los que estuvieron involucrados en el proceso y las mujeres son un elemento fundamental en la fabricación de tres de nuestros icónicos modelos: Ford Bronco, Ford Maverick y Mustang Mach-E”, afirmó Río Branco.
La ejecutiva sostuvo que la empresa abre sus puertas para aquellas colaboradoras que están comprometidas y forjan la mejor versión de sí mismas en sus posiciones. También, dijo que la mentoría se vuelve un modelo indispensable para que los líderes brinden asesoría y transmitan sus conocimientos a los líderes en potencia.
“No hay que olvidar que todo se trata del trabajo en equipo. El éxito de un líder no es posible sin un staff con la misión de cumplir una meta en común y debo decir que México tiene una fuerza laboral muy talentosa, que se rige por la pasión, motivación y la ética”, expresó.
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