En consonancia con la recomendación de Paula, la Organización para la Cooperación (OCDE) señala que incrementar la participación de las mujeres en la economía desencadena mejoras en el bienestar social que se traducen en alzas de consumo, la producción interna y el tiempo de ocio.
E: ¿Qué reflexiones te dejó el pasado 8M y cómo esperas llegar al próximo año? Respecto a metas personales, pero también a otras que estén pensadas en el impulso de carreras de mujeres en la empresa que diriges.
PS: Primero que nada, con mucha gratitud. Llegué a este 8M más consciente y orgullosa que nunca del enorme aporte de las mujeres en todos los ámbitos de nuestro negocio desde los campos agrícolas, la operación y ventas de nuestro negocio, hasta las tiendas que venden nuestros productos. Tengo muy claro que cuando PepsiCo crece, el efecto multiplicador es notable, desde el comienzo al fin de la cadena. Nuestra escala y llegada trae consigo también la gran responsabilidad de ser un agente positivo de cambio.
En PepsiCo tenemos un fuerte compromiso con la inclusión y el empoderamiento de la mujer. Nos hemos puesto la meta global de conseguir 50% de representación femenina en niveles de liderazgo para 2025, y estamos avanzando frente a esta meta. Hoy en Latinoamérica ya contamos con 43% de mujeres a lo largo de la organización.
E: ¿Cuáles es tu principal compromiso y las lecciones de liderazgo que más valoras haber aprendido y que ahora transmites a tu equipo de trabajo?
PS: Nuestro compromiso es seguir avanzando esta agenda, no sólo hacia adentro de la organización, sino impactando positivamente también toda nuestra cadena de valor. Un gran ejemplo de esto es nuestro programa 'Mujeres con Propósito', que busca potenciar las oportunidades de educación, empleo y emprendimiento de mujeres en nuestra cadena en toda la región. Es una plataforma de capacitación y conexión entre mujeres, que lleva más de 7,000 mujeres beneficiadas en ocho países de la región.
Ahora, como líderes tenemos la responsabilidad de aprender y mejorar continuamente. La pandemia nos obligó a cuestionar la forma en que hacíamos las cosas y eso es parte del aprendizaje continuo. Hay cuatro lecciones de liderazgo que, desde mi punto de vista, se han confirmado este último año:
Primero, debemos estar preparados para enfrentar el cambio de forma ágil y flexible y al mismo tiempo aprovechar las oportunidades que surgen de una crisis. Igual que muchas otras empresas, en PepsiCo comenzamos 2020 con un programa de trabajo que hemos tenido que modificar por completo tomando en consideración aspectos que no podíamos imaginarnos. Nuestra flexibilidad y agilidad nos permitieron adaptarnos muy rápidamente y seguir apoyando a millones de personas que dependen de nosotros como empleador, proveedor, socio y vecino.
Además, la tecnología ha tomado un rol preponderante para el desarrollo de nuestras tareas diarias. Invertir en tecnología no es sólo una decisión acertada, sino una tarea fundamental. En PepsiCo hemos hecho uso de la tecnología en distintos ámbitos: desde las herramientas que permiten a miles de empleados trabajar desde casa, hasta los procesos de automatización que nos permiten seguir operando en plantas y almacenes poniendo en práctica las medidas de distanciamiento social, protegiendo a nuestros asociados y mitigando el riesgo de propagación del virus.
También considero que el talento más brillante se destaca en momentos de crisis, los equipos se fortalecen y las alianzas se refuerzan. Es gracias a nuestros equipos y socios estratégicos que hemos podido cumplir con nuestros objetivos y seguir apoyando la cadena de suministro de alimentos en muchos países.
Finalmente, es indispensable tener siempre un norte claro que sirva de guía frente al cambio y la toma decisiones.