De acuerdo con la ‘Radiografía de la empresa familiar en México 2020’, elaborada por el Centro de Investigación de Empresas Familiares (Cief) de la Universidad de las Américas Puebla, 21% de estas compañías son dirigidas por mujeres, una cifra menor al 23% registrado hace dos años, en el último análisis dado a conocer por la institución educativa.
“La participación de las mujeres en los cargos directivos también depende del tamaño de las empresas”, explica Juan Manuel San Martín, director general del Cief. “Por ejemplo, únicamente 8% de las grandes compañías está dirigido por mujeres, ellas están liderando 11% de las medianas, 21% de las pequeñas y 28% de las microempresas familiares”.
Para tomar las riendas del negocio, además tienen que esperar. A diferencia de los hombres de la segunda generación, que se vuelven candidatos inmediatos para estar al mando del patrimonio, las mujeres que tienen la posibilidad de asumir la dirección general son aquellas que pertenecen a la tercera generación.
Y aquí hay otro reto, ya que solo una de cada seis de las empresas familiares llega a la tercera generación. Así que, prácticamente, las mujeres no tienen oportunidad de asumir cargos directivos, refiere Ricardo Aparicio, director del Centro de Investigación para Familias de Empresarios-BBVA del IPADE.
“Hay un enorme sesgo de género en las organizaciones. Las mujeres están rezagadas. Sí ocupan cargos dentro de la junta directiva, en gerencias bajas y medias, pero son muy pocas las que se vuelven líderes del negocio”, agrega Margarita Maldonado, Manager de PageGroup Colombia.
Recomendamos:
Para la especialista, es un tema de falta de confianza. “Los fundadores, que son los padres, no se sienten seguros de entregar la administración de la empresa a las mujeres. Para ellos es un riesgo, ya que no las sienten listas. Si por alguna razón ningún hombre de la familia puede tomar las riendas de la compañía, entonces salen a buscar externos que asuman esta responsabilidad”, menciona.
Es un tema cultural, añade San Martín. En el caso de que a los hijos no les interese dirigir el negocio o solo haya hijas en la familia, hay fundadores que hasta son capaces de no soltar las riendas. “Su discurso es que ellas van a alejarse porque se casarán y tendrán familia, no estarán al pendiente de lo que sucede con la empresa. Por eso, los yernos terminan asumiendo estos cargos”.