“Me siento muy orgullosa de haber estudiado en la UNAM, porque México es muy diverso y desigual, y cuando pasas por la universidad conoces mucho más a tu país, así todos los retos que existen en materia de inclusión”, afirma.
Su incursión en el mundo de las finanzas comenzó cuando realizó su servicio social en Nacional Financiera (Nafin), en un programa de desarrollo tecnológico que apoyaba a empresas. Gracias a su desempeño consiguió extender su paso en la institución con un puesto laboral. Reyes continúo con un diplomado sobre finanzas corporativas en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y poco después salió del país a estudiar una maestría en Inglaterra y otra más en España.
“Yo no soy financiera”, era el pensamiento recurrente en la mente de la internacionalista, pero confiaba en que alguien que era generalista también era muy útil para entender la realidad y cambiar las cosas que son necesarias para transformar a cualquier país.
Al regresar a México retomó su trabajo en Nafin y, al cabo de un tiempo, tomó una de las decisiones más importantes en su vida: ser madre. Su reincorporación al mundo laboral dos años después no fue fácil, pero lo logró después de que la buscaran de Banobras. Aunque se topó con más prejuicios hacia las mujeres.
“No me dieron el puesto más alto, pero me di cuenta de que mis compañeros que tenían un nivel similar al mío sí lo conseguían. Ahora lo cuento como anécdota divertida, pero me arrepiento de no haber sido más enfática en defender mi trabajo y espero que todo eso haya cambiado, porque ahora las mujeres levantan la voz cuando se dan cuenta que algo no está bien"
La desigualdad es uno de los grandes obstáculos a los que se enfrentan las mujeres todos los días en México. Las cifras no mienten. La participación laboral de ellas fue de tan solo 45% en 2019, comparado con el 77% de los hombres, según la OCDE.
“Los principales desafíos a los que se enfrentan las mujeres sí son externos, pero también tiene que ver con un bloqueo mental, porque quizá el medio social donde se desenvuelven se lo ha proyectado”, plantea Negrete Sánchez.
Cerrar la brecha entre todas
Liliana Reyes es la encargada de mover parte de las fichas de la industria del capital privado en México. La directora general de Amexcap cree que las visiones diferentes se complementan y la equidad de género se alcanzará con la participación de mujeres y hombres, pensamiento que inculca en sus hijos adolescentes.
Al inicio de su carrera Reyes, no se imaginaba que su vida giraría alrededor de los números, y, aun con todos los obstáculos en el camino, está dispuesta a seguir dando pelea y a que cada vez más emprendedoras accedan a oportunidades.
“Tenemos que apoyar a las demás mujeres. Lo importante no es que solo tú defiendas tus derechos, sino que abras brecha para las demás. Es un momento fundamental para que las emprendedoras den el paso y crean en sus ideas para comenzar un negocio. El momento es hoy”, advierte.