Las brechas institucionalizadas
Alexa Gerez, líder de Consulting & PR de Aequales México, una consultora de género, afirma que la existencia de beneficios separados acorde con la jerarquía de los puestos en una empresa profundiza más las brechas, tanto salarial como social, que ya tienen a las mujeres, que en promedio ganan 73 pesos por cada 100 que obtiene un hombre por el mismo trabajo.
"Las personas en posiciones de poder, aunque sean mujeres, ya tienen un privilegio respecto a las mujeres del resto de la organización. Y darles más beneficios sólo amplificaría las desventajas que tienen las mujeres que ya de por sí están en una posición menos favorable", dice en entrevista con Expansión Mujeres.
Por ello, recomienda cuidar el diseño de prestaciones o compensaciones de alto nivel para no socavar oportunidades para la mayoría de la fuerza laboral.
La solución, asegura, no es eliminar estas prestaciones, sino extenderlas al resto del equipo.
Por ejemplo, extenderlas a mujeres que comienzan su carrera o que están en áreas operativas les daría acceso a más tiempo para invertir en su formación, recursos monetarios para cuidar de su salud y familia y así podrían impulsar su carrera, lo que podría derivar en ascensos, desde lo que Gerez considera "la diversidad", refiriéndose a mujeres que pertenecen a distintos grupos étnicos, que son madres o que incluso puedan tener alguna discapacidad.
Otorgarlas de forma generalizada mandaría un mensaje de la compañía a todo su equipo de que todas las mujeres son merecedoras de bienestar y reconocimiento.
Además, de acuerdo con Leal, la regulación del trabajo en México es clara: "Las empresas deben considerar que las prestaciones sean iguales para todos", afirma.
Relación costo-beneficio
El modelo de Autycom, que comenzó como piloto con una colaboradora y que después se extendió como política de la empresa, consiste en que durante los primeros dos años a partir del nacimiento de un infante, tanto mujeres como hombres, tienen la opción de decidir si trabajan a distancia, así como de elegir los horarios que más le convengan. Después de un año de su implementación, el modelo ha funcionado, pues de acuerdo con sus mediciones, las personas a las que les fueron otorgados estos beneficios incrementaron su productividad en un promedio de 10 puntos porcentuales por encima de su meta.
Alexa Gerez, por su parte, menciona la innovación como resultado de mejores condiciones para desarrollar la creatividad de las colaboradoras en un centro de trabajo y genera también un mejor sentido de pertenencia que aumenta la rentabilidad de una compañía.
Leal exhorta a empresas a considerar qué tipo de prestaciones necesita y no hacer un paquete "sólo de cajón a todos", porque cada quien tiene diferentes necesidades.
"Por ejemplo, una mujer que es madre preferirá tener de prestaciones como trabajo en home office, más días de vacaciones o seguro de gastos familiar... A diferencia de una mujer soltera, que buscará más la parte de retribución económica y horarios flexibles. Por eso yo considero que las compañías deben ser más flexibles y ajustarse a lo que cada quien necesita y así no invertirán en prestaciones que algunas veces las personas no necesitan", dice.