¿Cómo se crea un salario emocional?
Felipe Cuadra, cofundador de Rankmi, una empresa que se dedica a desarrollar software para la gestión de capital humano, recomienda que un buen punto para iniciar es considerar las principales necesidades que tiene la gente en el trabajo: la autonomía (toma de decisiones), el sentido de pertenencia (formar parte de un buen equipo) y la maestría (mejorar en lo que hacen).
"Pueden buscar convenios con otras empresas que les ofrezcan algún tipo de descuento en el supermercado, restaurantes, centros de salud, gimnasios, etc. Así como cursos que les permitan certificarse en otras habilidades", dice.
Y si es tan importante, ¿por qué es que tan pocas empresas lo ofrecen o aprovechan? Porque para poder dar un salario emocional es indispensable comprender qué quieren o necesitan las empleadas y eso no es algo que se averigüe con sólo platicar con ellas, asegura Ana Estrada, directora de Brújula Interior, especialista en consultoría de desarrollo empresarial y talento humano.
"De todas las opciones que existen, hay una que es especialmente precisa y poderosa: el perfilamiento diseñado a través de los descubrimientos recientes de la neurociencia. Entender qué herramientas contiene la caja con la que hemos llegado a esta vida es lo que permite asignar al colaborador el área y colección de tareas que lo mantendrán con buen nivel de satisfacción, el cual correlaciona con productividad", afirma.
Por ello, recomienda usar una metodología no invasiva como el método Benziger (una batería psicológica) que pone en contacto a los equipos de trabajo con sus preferencias internas.
¿Quién se beneficia de un salario emocional?
Según Ana Estrada, todas las partes salen beneficiadas: las empleadas y empleados se sienten reconocidos y con mayor equilibrio con su vida profesional y personal, los líderes tendrían ventajas porque realizar cualquier rol directivo desde una posición de crecimiento reduce el estrés y el negocio porque crece de forma continua y los responsables están comprometidos con resolver cualquier reto que enfrenten.
"Todas las métricas mejoran cuando una empresa sabe cómo pagar el salario emocional: mejora el bienestar de los empleados al 100%, ya que se incrementa el sentido de lealtad, pertenencia y agradecimiento; mayor productividad, menor costo operativo, reduce entre el 18 y 20 % de rotación de personal y el absentismo...", agrega.
Un motivo que puede determinar que una empresa incorpore a sus políticas este tipo de beneficios adicionales es el presupuesto. No obstante, de acuerdo con Estrada, el monto varía dependiendo tamaño y giro y, en su experiencia como consultora, la considera una inversión rentable pues nunca representa más de 1% de las utilidades que genera al negocio.
Por tanto, todos los tamaños de empresa lo pueden implementar. Las acciones específicas deben ser ajustadas al giro, pero los beneficios serán palpables para todos.