La industria de la seguridad ha sido, por décadas, un sector predominantemente masculino. Sin embargo, hoy estamos viviendo un punto de inflexión: cada vez más mujeres están asumiendo roles estratégicos no solo en Latinoamérica, sino en el mundo, impulsando innovación y demostrando que la diversidad es clave para el crecimiento sostenible de esta industria.
El liderazgo femenino como motor de la industria de la seguridad
El verdadero cambio no ocurre solo con la presencia de más mujeres en el sector, sino con el compromiso de cada una de nosotras en liderar con convicción y marcar nuestro propio destino.
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De acuerdo con el Informe Global sobre la Brecha de Género 2023 del Foro Económico Mundial, América Latina y el Caribe, la brecha de género se ha cerrado en un 74.3%, posicionándose como la tercera región con mayor equidad a nivel global. Aun así, se estima que la plena paridad no se alcanzará sino hasta dentro de 53 años, lo que demuestra que todavía queda un largo camino por recorrer.
El verdadero cambio no ocurre solo con la presencia de más mujeres en el sector, sino con el compromiso de cada una de nosotras en liderar con convicción y marcar nuestro propio destino.
Innovación a través de la diversidad
En los negocios, la diversidad no es solo un tema de justicia social, es una estrategia de competitividad. Estudios han demostrado que las empresas con una representación diversa en sus equipos tienen más probabilidades de mejorar sus resultados financieros y ofrecer soluciones más innovadoras.
El Foro Económico Mundial destaca que la equidad de género no solo beneficia la inclusión, sino que es un motor clave para el desarrollo económico y la innovación. En la industria de la seguridad, donde la tecnología y la capacidad de adaptación definen el futuro, la inclusión de mujeres en todos los niveles enriquece las estrategias corporativas y amplía la comprensión de las necesidades del mercado.
He visto cómo la diversidad de perspectivas contribuye a desarrollar soluciones más efectivas, que realmente responden a las problemáticas de seguridad en diversos sectores. Fomentar un ambiente de equidad atrae talento y genera un impacto positivo en la cultura organizacional y en los resultados de negocio.
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América Latina, una región con oportunidades y desafíos
El potencial de América Latina en la industria de la seguridad es innegable, pero aún enfrenta retos significativos en términos de equidad de género. Si bien la región ha avanzado en la participación política femenina, con un incremento del 23.4% desde 2006, alcanzando un 35% de representación, persisten desafíos en sectores como tecnología y seguridad.
Este desequilibrio no se debe a una falta de talento, sino a barreras estructurales y culturales que han perpetuado una baja representación femenina en roles estratégicos. Además, las crisis económicas recientes han impactado la contratación de mujeres en posiciones de liderazgo, frenando su progreso en sectores clave.
Es nuestra responsabilidad, como mujeres, no solo exigir cambios, sino ser protagonistas en su construcción. Acceder a formación especializada, construir redes de mentoría y participar en espacios de toma de decisiones son pasos fundamentales para cambiar esta realidad. El liderazgo femenino se trata de esperar a que las oportunidades lleguen y de crearlas con creatividad y visión de negocio.
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Más allá de la inclusión: liderazgo con impacto
El objetivo no es solo sumar más mujeres a la industria de la seguridad, sino asegurarnos de que tengan las condiciones para liderar, innovar y transformar el sector. Para lograrlo, es necesario un cambio de mentalidad en todos los niveles. Cada mujer que se atreve a tomar un rol de liderazgo en esta industria está abriendo puertas para las que vienen detrás.
La verdadera innovación surge cuando todas tenemos un asiento en la mesa de negociación y decisión. Hoy, más que nunca, es momento de asegurarnos de que así sea. Además de estar presentes, debemos tomar las riendas de nuestro propio liderazgo y marcar la diferencia.
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Nota del editor: Mariana Ramírez es directora de Marketing para América Latina en Axis Communications. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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