Las pérdidas son el precio de estar vivos. Por eso es importante desarrollar una cultura de duelo que nos permita aceptar de manera natural no solo la muerte de nuestros seres queridos sino cualquier tipo de duelo.
De hecho, hay diferentes tipos. Hoy quiero hablarte de unos que por ocurrir en situaciones particulares carecen del reconocimiento social: los duelos no validados o desautorizados.
Por ejemplo, circunstancias como un suicidio , una muerte por sobredosis, la muerte de una mascota o la pérdida de una pareja cuya relación no era admitida hace que el acompañamiento hacia la persona doliente pueda ser distinto, menos empático.
También hay duelos que ocurren bajo una circunstancia especial como en el caso del duelo perinatal , el cual suele ser socialmente minimizado sin considerar que también requieren una elaboración, porque el impacto que tiene sobre la persona doliente es el mismo.
Los duelos no validados, pese a conllevar una pérdida, no reciben la misma comprensión por parte del entorno social.
Son duelos que parece que no tienen derecho a ser llorados. Es como si asumiéramos que hay determinadas experiencias de pérdida que no tendrían por qué doler.
¿Qué hacer si estás experimentando un duelo desautorizado?
Es común que si atraviesas un proceso así te cuestiones si tus sentimientos son válidos porque probablemente tu círculo cercano te apresura para que te sientas bien y te recuperes rápido, minimizando la importancia de tu dolor. Esto puede hacerte sentir insegura y sin derecho a sentir ni expresar su tristeza.
Es probable que sientas enojo hacia los demás ante la falta de permiso para estar triste. Si no encuentras apoyo en quienes te rodean puedes tender al aislamiento, pero ¡cuidado!, esconder tu dolor puede traerte complicaciones emocionales futuras.