“Queremos ser líderes en sostenibilidad e innovación en la construcción y, para lograrlo, necesitamos entornos donde las personas puedan ser la mejor versión de sí mismas, sin miedo y con seguridad psicológica”, afirmó.
Resiliencia ante los vientos en contra
Frente a la preocupación sobre posibles retrocesos sociales promovidos por movimientos conservadores, Quintana aseguró que cuando la diversidad está profundamente alineada con la estrategia y la cultura, es difícil que factores externos detengan su avance.
“En Holcim, las personas son uno de los tres pilares estratégicos globales. Medimos indicadores claros: cuántas mujeres están en planes de sucesión, en puestos de liderazgo, cómo avanzamos de manera intencional”, detalló.
Del mismo modo, destacó la relevancia de que las propias personas reclamen y ejerzan sus derechos al levantar la mano, buscar espacios, mentorías y oportunidades. Para ilustrar cómo las políticas de inclusión pueden transformar a la empresa y a las comunidades.
En localidades rurales donde tradicionalmente las mujeres no trabajan fuera del hogar, Holcim impulsó una convocatoria, que se convirtió en un caso de éxito, para formar mujeres pioneras como operadoras de ollas revolvedoras de concreto.
“Algunas se quedaron en Holcim, otras encontraron trabajo en diversas organizaciones. Lo importante es que ahora saben que sí se puede”, relató como panelista del Expansión Mujeres Summit 2025.
Mirando hacia el futuro
Pensando en los próximos 10 años, Sandra Quintana enfatizó el reto de acelerar el cambio; sin embargo, recordó que, según el Foro Económico Mundial, aún faltarían 134 años para cerrar la brecha de género si no se acelera el progreso.
Para cerrar, envió un mensaje claro a las nuevas generaciones para participar activamente, a atreverse a tomar oportunidades, a solicitar ayuda cuando lo necesiten y a construir redes de apoyo, pues “no existen superhombres ni supermujeres, somos parte de una comunidad y construirla es responsabilidad de todas y todos”.