Tiempo después tuve la oportunidad de trabajar para la industria gráfica, donde los que trabajan ahí son 90% hombres. Y hasta ese momento estaba feliz por no haber vivido tanto drama por el hecho de ser mujer, pero aquí sí me topé con otra realidad: algunos me hablaban como 'ay, hijita'. No me daban un lugar en la mesa de juntas, incluso ni siquiera se dirigían a mí, sino a mis jefes, que claro también eran hombres.
Como otro ejemplo, mucho tiempo sufrí el tema de paridad salarial, ganaba menos que mis compañeros que hacían lo mismo. En Adobe logramos eso [la paridad salarial] hace unos ocho años, cuando un vicepresidente de Latinoamérica se dio cuenta de eso.
Pero poco a poco nos los fuimos ganando, y digo fuimos, porque ahí entraron mis otros aliados, que son esos jefes que también fueron grandes mentores para mí.
Hubo una ocasión que mi jefe notó cómo me estaban marginando de una junta y en ese momento me sacó para decirme que debía hacerme notar, expresar mis ideas y que no dudara de que yo era parte de la estrategia de venta. En las siguientes sesiones, o no iban ellos para que yo dirigiera la junta, o si estaban presentes, siempre impulsaron que yo hiciera toda la presentación.
Además de ellos, tuve otros mentores hombres desde mi universidad, como mi asesor de tesis. Él me generó mucha confianza y me ayudó a ser consciente de que siempre tenía que estar actualizada, de relacionarme con muchas personas. También tuve un director en HP que me generó la confianza de llegar en la industria gráfica y otro vicepresidente que me dio consejos de coaching para comportarme con presencia ejecutiva.
Es importante tener aliados y a mí me sirvió el deporte, pero las mujeres pueden buscar otros puntos en común para abrir una conversación y luego generar canales seguros de comunicación.
Al final, encontrar apoyo en estos hombres a lo largo de mi vida ha sido un signo de confianza, porque mucho de los resultados que se obtienen en el trabajo se basan en las relaciones de confianza: ellos confiando en mi trabajo y capacidad y yo confiando en que siempre alguien me respalda para tomar decisiones de negocio, de estrategia o a favor de mi carrera profesional.