E: ¿Cómo llegaste a BIVA?
MA: Estuve trabajando en capital privado por más de 20 años. Cuando fui la directora de Amexcap, llevaba años trabajando y conocía el campo de inversión, los portafolios y bonos que ya operaban en México.
Cuando Biva todavía era un proyecto confidencial, antes de que le dieran el permiso para operar, los inversionistas que forman parte de Cencor [Central de Corretajes, empresa dirigida por Eduardo Riba] me invitaron a formar parte del Consejo de Administración por la experiencia que tenía en capital privado. Conozco la problemática del sectorm que tuvo una sequía de ofertas públicas muy importante. Así que, habiendo vivido mi carrera en medios de proceso que buscan mejorar áreas de oportunidad, decidí aceptar la propuesta.
Unos meses después, ya como consejera, los socios principales de Cencor me invitaron a dirigir BIVA.
E: ¿Por qué aceptaste dirigir un proyecto que apenas empezaba y ya enfrentaba retos, como atraer nuevas empresas a salir a bolsa?
MA: Por dos razones: para fortalecer mi liderazgo, al enfrentar y resolver problemas, y para armar y aprender de un equipo de colaboradores y colaboradoras talentosas y con mucha experiencia, que pueden cambiar el panorama de inversión en México.
No siempre fue fácil. El primer gran reto fue poder arrancar operación, porque eso implicó mucho trabajo de muchos frentes diferentes: unir a los involucrados, hacer lobbying con las casas de bolsa y cumplir con los requisitos regulatorios con la presión del tiempo encima no fue fácil. El segundo ha sido una constante búsqueda para dotar de recursos a la organización para que tenga liquidez.