Después de un año en el que muchas mujeres dejaron de maquillarse con la misma frecuencia debido al confinamiento y al uso de cubrebocas, la industria mexicana aún ocupa el tercer lugar, en términos de producción de cosméticos en el mundo, sólo superada por Estados Unidos y Brasil, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, que detalla que esta industria aporta 0.7% de lo que se produce en manufacturera y 4.2% del PIB de la industria química.
“México no sólo tiene la oportunidad de crecer sino de ser de los países más importantes en ventas directas. El bienestar y cosméticos son las categorías de productos más vendidos y los de mayor crecimiento”, dijo en noviembre pasado Tamuna Gabilaia, directora ejecutiva y CFO de la Word Federation Direct Selling Association (WFDS, por sus siglas en inglés) durante un evento virtual. Según las cifras de la consultora de investigación de mercado Statista el gasto por persona en México en 2017 ascendió a 176,6 pesos frente a los 162,5 pesos de 2016; para 2020, el gasto anual promedio en este tipo de productos creció a 6,373 pesos.
Y la industria se está adaptando a los nuevos hábitos de consumo, para ser también más inclusiva. Griselda Ramos, directora de Sustentabilidad de Natura México, asegura que uno de los pilares del modelo de negocio ahora es la diversidad.