La incidencia de un gobierno inclusivo contra la violencia de género
Emilia Saiz,
secretaria General de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos
, una organización de gobiernos municipales y regionales con sede en Barcelona, y quien participó en el
Foro Generación Igualda
d que se realizó en Ciudad de México durante abril, señala que la recuperación de la pandemia es una oportunidad para repensar las necesidades que gobiernos deben atender.
“Resulta fundamental establecer prioridades con foco en la igualdad de género para no volver a la normalidad de antes. Para esto, necesitamos un nuevo contrato social y más mujeres como las alcaldesas de Ciudad de México (Claudia Sheinbaum) o Barcelona (Ada Colau).
“La meta es consolidar comunidades donde la igualdad sea la norma y el ejercicio cotidiano de todas y todos. Por eso, los gobiernos locales deben contar con oficinas y equipos de trabajo especializados en asuntos de género para que la planeación y el presupuesto combatan la discriminación desde la raíz, dado lucha contra las discriminaciones y las desigualdades y la inclusión de todas las personas en la vida pública es esencial para alcanzar ciudades de paz”, dijo.
Asimismo, sostiene que se debe crear un vínculo estrecho entre la vida pública y la vida privada para visibilizar las necesidades de las ciudadanas a nivel individual, “lo que se traduce en estrategias de inclusión creadas con cimientos de empatía y justicia de género”.
“Podría decir que todas las mujeres han sido víctima de acoso y de violencia sexual. Y eso limita la forma en que nos movemos, horarios, modo de transporte, horario de salida y regreso, todo eso inciden en la percepción de seguridad”, apunta Patlán.
Señala que existen elementos de diseño urbano para incrementar una percepción de mayor seguridad como diseñar calles sin obstáculos en las esquinas, instalar mayor luminaria en las calles, eliminar los muros ciegos (sin ventanas, ni puertas, ni otras aberturas que pueden suponer un elemento de seguridad en una situación de peligro) como los de algunas zonas industrializadas.
Para Patlán, para ejercer y garantizar el derecho a movimiento con perspectiva de género es necesario incorporar a más mujeres en puestos de decisión en los equipos de gobierno que hacen estos programas.
Claudina Gyves, cofundadora e integrante de
la Liga Peatonal
, señala como un ejemplo eficiente la creación del programa “Senderos Seguros: Camina Libre, Camina Segura”, que crearon la Secretaría de Obras y Servicios de Ciudad de México (SobseCdmx) el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5) y la Secretaría de Cultura de Ciudad de México.
El objetivo principal de este programa, que ya es referente en América Latina, es colaborar para erradicar la violencia de género en los espacios públicos fijos (vía pública) y en movimiento (transporte).
Lo hace a través del mejoramiento del espacio con prácticas como la intervención con pintura mural, pues además incentivando la participación de comunidades y barrios. Así como la mejora de la iluminación: migración a tecnología LED, colocación brazos lado banqueta, de infraestructura interpostal y de puntas de poste; de obra civil: sustitución de banquetas y guarniciones con materiales reciclados, cruces peatonales y bacheo; de imagen urbana: mejoramiento de áreas verdes, balizamiento, pintura en fachadas y murales artísticos.
En términos de seguridad se instalan tótems de “Mi C911e” que contemplan botones de auxilio, luz estroboscópica y cámaras de videovigilancia que se conectan al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano “C5” para atender una emergencia.
El gobierno de Ciudad de México espera tener 324 Senderos Seguros en total para finales de 2021, donde se habrán intervenido 510.4 kilómetros con un monto de 855.6 mdp.
“Cuando nosotros decidimos incluir el eje de perspectiva de género no fue sencillo, había mucha resistencia porque había una prevalencia de hombres y ellos consideraban que el eje de perspectiva de género no era importante”, explica Gyves respecto al trabajo que realiza desde la organización civil que trabaja a favor de una mayor movilidad peatonal.
El trabajo interno se volcó a colocar mujeres el frente de cada vez más iniciativas para que tuvieran una participación paritaria en las actividades. Y así surgieron más ideas.
“Un primer proyecto que tuvimos fue una auditoría para evaluar el espacio público dentro de la perspectiva de género. El objetivo es evaluar cómo son los traslados de las mujeres, para ver si son en espacios seguros para mujeres y niñas, en qué condiciones se hacen incluso los trayectos cortos que podrían ser caminados”.
Gyves afirma que los resultados obtenidos muestran que las mujeres son el sector de la población que más camina y usa el transporte público.
“Los hombres y las mujeres no mapean lo mismo cuando califican la infraestructura. La calidad de la infraestructura es mejor percibida por las mujeres que por los hombres, pues ellos no notan cuestiones relacionadas al acoso o tareas para trasladar a personas con discapacidad”, dijo.