Debido a esto, Crea inició para mujeres emprendedoras con el fin de enseñarles a aprovechar los recursos digitales y construir sus marcas, así como acercar y retener a sus clientes gracias a apps de mensajería, las cuales han aportado en el mejoramiento de la atención al cliente.
Un ejemplo es Karla Martínez, una joven comunicóloga de tiempo completo que durante la pandemia emprendió una postrería virtual con temática de moda, llamada Oh la lá , en donde ha usado las redes sociales para tener un mejor conocimiento de sus compradores y ofrecerles una experiencia con la cual se sientan atraídos.
“Me encargo de todo. Desde qué voy a ofrecer a seleccionar los productos y la atención al cliente”, cuenta Karla. “Diseño publicaciones, contesto mensajes, veo qué frases voy a usar para atrapar y aunque no tengo capital para invertir en otras cosas, estas plataformas me han ayudado mucho a acercarme a la gente, saber sus necesidades. Me gusta preguntar, sentirme cerca de las personas que me van a comprar”.
Si bien el sueño de Karla era abrir un local en donde la temática y el ambiente estuviesen inspirados por la moda, en las redes sociales ha adaptado sus ideas y ahora uno sus principales deseos es crear una comunidad alrededor de su pasión por la alta costura, pues tiene en cuenta que detalles como esos “también mantienen a los clientes fieles a tu marca”.
Adaptarse y usar la tecnología para tu negocio
A pesar de que la pandemia ha desalentado el ánimo de muchas personas y provocó la caída de negocios, las emprendedoras también han buscado tomar otras vías en sus productos, con el fin de que se convirtieran en artículos de primera necesidad y poder ponerlos a la venta en plataformas electrónicas para sobreponerse a la crisis.
En Crea, recuerda Giovana Hernández, ayudaron a un caso de bordadoras en Oaxaca, quienes tras la crisis sanitaria disminuyeron sus ventas. No obstante, dieron un giro a su producción y comenzaron a realizar cubrebocas bordados, los cuales se vendían a través de redes sociales e incluso llegaron a exportarse a otros países.
“Lanzamos webinars en donde les enseñamos cómo adentrarse a las redes sociales y a las plataformas digitales para que pudieran acercarse a nuevos clientes y transformar sus negocios en algo de primera necesidad”, explica Hernández, quien también destaca que estas acciones se implementaron en emprendimientos de comida.
Cabe mencionar que de acuerdo con el reporte de comercio conversacional de Yalochat, las tres categorías con mayor penetración entre los clientes de e-commerce son la ropa y accesorios, la entrega de comida y los cosméticos y cuidado personal.
Ante este contexto, el panorama para las estas mujeres es de oportunidad, pues han sabido cómo utilizar las apps de mensajería instantánea para hacer crecer sus negocios, así como impactar de manera positiva en la economía de sus comunidades, tal y como lo han visto Ingrid Pola y Roxana Farfán, quienes formaron Ladies Power , un grupo en Facebook para ayudar a las emprendedoras de Cuautla, Morelos.
“La venta en línea ha sido lo que mantuvo a muchos negocios a flote, además de que surgieron negocios nuevos. Hizo que Cuatla diera un paso más en el avance de su economía y digitalización”, comentan las propietarias de la plataforma que cuenta con más de 11,000 seguidores.
Por estas razones, las nenis podrían ser consideradas como pioneras de la tendencia de comercio conversacional, la cual ha sido vista y utilizada por grandes empresas, mismas que se han dado cuenta de los importantes beneficios que puede representarles.
Para 2025, se espera que el tamaño del mercado que se mueve en esta dinámica crezca a 4,300 millones de dólares en el país, además de tener un potencial de 130,000 millones de dólares a nivel mundial, según datos de Boston Consulting Group México.