Publicidad
Publicidad

Qué es la violencia de género digital y qué podemos hacer si nos sucede

Ciberbulling, manipulación de imágenes, entre otras violencias, son las que ejercen las personas que buscan ejercer control, intimidación o venganza a través de la tecnología.
lun 25 noviembre 2024 05:06 PM
El 90.97% de las víctimas de violencias digitales fueron mujeres o personas de la diversidad sexogenérica, evidenciando que el género sigue siendo un factor determinante en estas violencias.
El 90.97% de las víctimas de violencias digitales fueron mujeres o personas de la diversidad sexogenérica, evidenciando que el género sigue siendo un factor determinante en estas violencias.

En 2021, Sofía, madre soltera y bailarina, utilizó TikTok para compartir, con humor, un momento cotidiano con su hijo. En el video reflexionaba sobre las dinámicas entre ambos: cómo él, en plena adolescencia, le pedía que no hiciera “cosas raras” en público para no avergonzarlo. Lo que comenzó como una anécdota ligera sobre maternidad terminó convirtiéndose en una tormenta digital.

El video fue tomado por un influencer, descontextualizado y transformado en una narrativa que descalificaba a Sofía como madre. En cuestión de días, el contenido alcanzó 8.6 millones de vistas, desencadenando una ola de odio masivo.

Las consecuencias fueron enormes. Amenazas de muerte, burlas hacia su hijo en la escuela y la publicación de su información personal dejaron a Sofía en un estado de estrés constante. Tuvo que dejar de asistir a su trabajo por miedo a ser agredida, su hijo enfrentó bullying por parte de compañeros que consumieron y replicaron las narrativas manipuladas.

“El impacto de la violencia digital es total”, explica Mariel Domínguez, integrante de Luchadoras, organización transfeminista que ha documentado y combatido este tipo de agresiones. “Ansiedad, insomnio, depresión, miedo constante, aislamiento, problemas físicos como dolores musculares o digestivos y, en casos extremos, intentos de suicidio son algunos de los síntomas reportados por las víctimas”.

“Hay mujeres que han tenido que mudarse de ciudad, cambiar de trabajo, desconectarse de las redes o incluso abandonar sus estudios. Esta violencia no solo las afecta emocionalmente, sino que las expulsa de los espacios digitales y físicos donde podrían desarrollarse”, agrega Paola Rivera.

Publicidad

Lo digital sí es real

Durante la pandemia, la violencia digital se disparó. Según datos de la propia organización, los casos reportados aumentaron un 48% en comparación con años anteriores. Este fenómeno, impulsado por el aislamiento y el incremento en el uso de plataformas digitales, llevó a la organización a intensificar su trabajo en la Línea Contra la Violencia Digital. En apenas cuatro años, esta línea recibió más de 2,000 denuncias.

El 90.97% de las víctimas fueron mujeres o personas de la diversidad sexogenérica, evidenciando que el género sigue siendo un factor determinante en estas violencias. El 37.03% de los casos involucraban a ex parejas como agresores, personas que utilizaron su conocimiento de la víctima para ejercer control, intimidación o venganza.

Entre las prácticas más comunes que sufren las víctimas se encuentra el doxing, que consiste en la exposición no consentida de datos personales como direcciones, teléfonos o lugares de trabajo. También se reportó un aumento en los casos de zoombombing, donde reuniones virtuales son interrumpidas de forma violenta, así como la difusión no consentida de contenido íntimo, una de las formas más devastadoras de violencia, que atenta contra la privacidad y dignidad de quienes la sufren.

Desde su experiencia, ¿por qué existe aún la percepción de que "lo digital no es real" o que no tiene consecuencias?

Esa percepción de que lo digital "no es real" proviene de una desconexión entre la forma en que concebimos el mundo físico y el espacio digital. Muchas personas ven lo digital como algo etéreo, como algo que existe "en el aire", en una especie de espacio abstracto que no forma parte de nuestra vida diaria. Sin embargo, la realidad es que lo digital y lo físico están intrínsecamente conectados, y lo que sucede en uno de estos espacios afecta inevitablemente al otro. La violencia digital tiene consecuencias tan reales como cualquier otra forma de violencia.

Esta percepción errónea de que "no es para tanto" hace que muchas veces las víctimas no se sientan validadas o apoyadas. La sociedad suele minimizar el impacto de la violencia digital bajo la falsa idea de que una persona puede simplemente "cerrar su cuenta" o "apagar la computadora" y el problema desaparecerá. Pero esto ignora el hecho de que la violencia digital sigue afectando a las personas incluso cuando no están frente a una pantalla.

¿Cómo llegan las personas a identificar que están viviendo violencia digital?

Muchas personas reconocen que están siendo víctimas de violencia digital cuando reciben amenazas directas, como "si no haces esto, voy a publicar tu información íntima" o "voy a crear un perfil falso para difundir mentiras sobre ti".

Estas amenazas tienen un impacto psicológico inmediato, ya que implican una pérdida de control sobre la vida y la privacidad de la persona afectada. El chantaje emocional es una de las formas más comunes de violencia digital y suele ir acompañado de condiciones o demandas que buscan someter a la víctima.

Otro aspecto importante en el reconocimiento de la violencia digital es el aislamiento. Muchas personas se sienten incapaces de contarle a alguien lo que están viviendo, ya sea por miedo al juicio o por vergüenza. Este aislamiento contribuye a que la persona se sienta cada vez más atrapada y vulnerable, ya que no puede expresar sus temores ni encontrar apoyo.

Publicidad

¿Qué mecanismos de defensa implementan las víctimas y qué papel juega el aislamiento en estos casos?

En Luchadoras, buscamos ayudar a las personas a encontrar maneras de protegerse sin perder su libertad de expresión y su derecho a interactuar en el mundo digital. Creemos que es fundamental empoderarlas para que puedan vivir sus vidas sin miedo y para que se sientan seguras, tanto en el espacio digital como en el físico.

¿Qué aconsejan a las personas que se sienten responsables de la violencia que experimentan?

Es común que las personas que sufren violencia digital sientan que de alguna manera son responsables de lo que les sucede. En muchos casos, la narrativa social les hace creer que fue un error confiar en alguien o compartir cierta información personal. Sin embargo, uno de los mensajes fundamentales que transmitimos en Luchadoras es que la responsabilidad no recae en la víctima, sino en quien ejerce la violencia.

La culpa es una barrera enorme, porque impide que las personas busquen ayuda o se abran sobre lo que están viviendo. En nuestro acompañamiento, trabajamos mucho en resignificar el concepto de responsabilidad y en ayudar a las personas a entender que ellas no son las culpables de la violencia que están experimentando.

La confianza no es algo negativo, y el problema no es haber confiado, sino la traición y el abuso de esa confianza por parte de otra persona. Nuestro objetivo es crear un espacio donde las personas puedan hablar abiertamente, sin temor a ser juzgadas, y donde puedan comenzar a liberar la carga emocional de la culpa. Sabemos que este es un proceso largo, pero creemos firmemente que es el primer paso para una recuperación real.

¿Cuáles son los principales obstáculos legales que enfrentan las personas afectadas por violencia digital?

A pesar de avances legales, como la Ley Olimpia, que reconoce y nombra la violencia digital, existen enormes desafíos en el acceso a la justicia. Una de las barreras principales es la falta de preparación del sistema legal para abordar estos casos de manera efectiva. Las denuncias suelen acumularse y avanzar muy lentamente, y en muchos casos, la víctima es quien debe probar que el contenido fue compartido sin su consentimiento o que sufrió amenazas. Esto resulta difícil cuando las pruebas son limitadas o el agresor utiliza cuentas anónimas para ocultar su identidad.

Otro gran desafío es el anonimato en el entorno digital, lo cual complica la identificación de los agresores y el seguimiento de los casos. En muchos casos, las víctimas saben quién es el responsable, ya que suelen ser personas cercanas como ex-parejas, pero no siempre es posible demostrarlo.

¿Qué visión tienen del futuro en términos de prevención y respuesta ante la violencia digital?

Nuestra visión es un futuro en el que no sea necesario contar con líneas de apoyo para víctimas de violencia digital, porque el espacio digital será un lugar seguro para todas las personas. Para llegar a este punto, es fundamental un cambio en varios niveles: avances en la legislación, educación digital y, sobre todo, un cambio cultural. Es importante que se desarrollen leyes efectivas y robustas que ofrezcan protección real a las personas y que la sociedad comprenda que lo digital es tan real como lo físico.

En un mundo donde lo virtual se ha convertido en una extensión de nuestras vidas, garantizar la seguridad en línea no es opcional. Es urgente fortalecer la legislación, exigir mayor responsabilidad a las plataformas y construir redes de apoyo que permitan a las víctimas recuperar su dignidad y su tranquilidad.

Publicidad

5 consejos para prevenir la violencia de género en línea

  1. Fortalecer la seguridad digital: Usa contraseñas únicas y seguras, activa la autenticación en dos pasos en todas tus cuentas y revisa la configuración de privacidad para limitar el acceso a tus datos personales y publicaciones.
  2. Establecer acuerdos de consentimiento: Si decides compartir contenido íntimo o personal, asegúrate de establecer acuerdos claros y consensuados con las personas involucradas, enfatizando el respeto y el uso responsable del material.
  3. Crear y participar en comunidades digitales seguras: Únete a espacios en línea feministas o transfeministas donde puedas encontrar apoyo, recursos y estrategias colectivas para protegerte y visibilizar agresiones.
  4. Monitorear tu huella digital: Revisa regularmente tus menciones, etiquetas y cualquier actividad que te involucre en redes sociales para detectar posibles riesgos o agresiones desde etapas tempranas.
  5. Formarte en seguridad digital: Participa en talleres o consulta recursos de organizaciones especializadas como Luchadoras o SocialTIC para aprender a utilizar herramientas como VPNs, encriptación y anonimización.

5 consejos para actuar frente a la violencia de género en línea

  1. Documentar la evidencia: Guarda capturas de pantalla, enlaces y cualquier rastro digital de la agresión. Incluye fechas y detalles importantes para usarlos como prueba en procesos legales o para reportarlo en plataformas.
  2. Reportar el contenido dañino: Usa los mecanismos de denuncia de las redes sociales para señalar publicaciones, mensajes o perfiles que fomenten la violencia. Si es necesario, busca ayuda de organizaciones que puedan mediar con las plataformas.
  3. Buscar apoyo emocional y legal: Contacta a líneas de apoyo como la de Luchadoras, donde puedes recibir acompañamiento psicológico, asesoría técnica y guía legal para enfrentar la violencia.
  4. Asegurar tus cuentas y dispositivos: Cambia contraseñas, revisa los accesos recientes a tus perfiles y verifica que no se hayan instalado aplicaciones sospechosas o maliciosas.
  5. Exigir justicia: Si decides denunciar, infórmate sobre leyes como la Ley Olimpia y busca redes de abogadas o defensoras que puedan acompañarte en el proceso. Recuerda que no estás sola, y hay organizaciones que luchan contigo para garantizar tus derechos.

Tags

Mujeresequidad, bienestar mujeres, beneficios laborales Violencia de géneroViolenciaEquidad de géneroDigital

Health Café

Publicidad