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"Quienes son mentoreadas luego guían a más mujeres: es un ciclo virtuoso"

Las mentorías impulsan la carrera de las mujeres, aumentando en 15% su representación en liderazgo y mejorando su confianza. El 75% de las ejecutivas atribuyen su éxito a estas redes de apoyo.
mar 01 octubre 2024 04:13 PM
Quienes son mentoreadas luego guían a más mujeres: es un ciclo virtuoso
Quienes son mentoreadas luego guían a más mujeres: es un ciclo virtuoso

“Las mentorías son un ciclo virtuoso: quienes reciben apoyo para crecer y superar barreras, luego devuelven el favor guiando a otras mujeres a hacer lo mismo”. Loreto Zumalacarregui, coordinadora del programa de mentorías de Mujeres en Tech, describe así el impacto de estas relaciones en un sector donde las mujeres representan solo el 25% de la fuerza laboral.

La baja participación femenina se combina con una serie de barreras estructurales: en México, las mujeres solo ocupan el 26% de los puestos de tecnología y su ausencia en posiciones de liderazgo es enorme. Además, la brecha salarial se mantiene en 18.8%, muy por encima del promedio de los países de la OCDE. En este contexto, solo 1 de cada 10 empresas de tecnología es liderada por una mujer, lo que refleja la profunda desigualdad de género en este ámbito​.

Las cifras preocupan, pero las iniciativas para revertir esta tendencia también empiezan a generar resultados. El programa de mentorías de Mujeres en Tech, diseñado junto a la consultora SSpark, ha impactado a más de 2,000 mujeres y estudiantes de carreras STEM, creando un espacio de crecimiento donde las participantes no solo reciben apoyo técnico, sino que también ganan seguridad y confianza para enfrentar un entorno profesional adverso.

El 75% de las ejecutivas que han tenido mentoras atribuyen parte de su éxito a estas relaciones, y las mujeres que participan en programas similares tienen cinco veces más probabilidades de obtener ascensos y mejoras salariales, según la consultora Gartner.

La importancia de iniciativas como estas se agrava cuando se consideran las dificultades que enfrentan las niñas para siquiera imaginar una carrera en tecnología. Datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) revelan que el 95% de las niñas en México no ve a la ciencia o tecnología como un camino viable para su futuro​(

Si a esto se suma el hecho de que el acceso a tecnología sigue siendo desigual, con mujeres en comunidades rurales excluidas del desarrollo digital, el panorama se torna aún más complejo.

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La falta de habilidades digitales y las limitadas oportunidades de acceso agravan la exclusión de las mujeres del mercado laboral en el sector tecnológico, un problema que el gobierno ha intentado mitigar con programas de conectividad que buscan llevar internet a más del 90% de la población y asegurar que más mujeres en zonas marginadas tengan acceso a estas herramientas​.

Loreto Zumalacarregui subraya que las mentorías no son solo una relación de intercambio de conocimientos; implican una transformación personal y profesional y relata que una de las participantes, por ejemplo, consiguió un ascenso tras apenas seis meses de recibir orientación para estructurar su plan de carrera y mejorar su comunicación.

Pero más allá de los éxitos individuales, el objetivo es construir un entorno donde más mujeres ocupen roles estratégicos, transformando así el ecosistema laboral desde la base. En la primera edición del programa, 30 parejas de mentora-mentoreada trabajaron durante seis meses en proyectos específicos, y la experiencia no solo trajo resultados tangibles, sino también una red de apoyo que continúa generando impacto en la trayectoria de las participantes.

El programa de Mujeres en Tech abarca desde mujeres en sus primeros 5 a 10 años de vida laboral hasta estudiantes de licenciatura de carreras STEM del Instituto Politécnico Nacional y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, consolidando así una estructura de apoyo que promueve la continuidad de las mujeres en el sector.

“El éxito radica en la capacidad de las mentoras para compartir experiencias, motivar a sus mentees y guiarlas a tomar decisiones con confianza. La importancia de este tipo de acompañamiento se ve reflejada también en el informe de Inmujeres, que señala que la autonomía económica de las mujeres se vincula directamente con su acceso a redes de apoyo, conocimientos y formación​”, dice.

Para Mujeres en Tech, las mentorías no solo se enfocan en enseñar habilidades técnicas, sino en crear una red sólida donde las mentoras compartan conocimientos y experiencias de liderazgo. “Queríamos mentoras que no solo tuvieran experiencia, sino también un fuerte deseo de guiar a otras mujeres”, explica Loreto.

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La selección de mentoras y mentees se basa en la coincidencia de objetivos y expectativas, asegurando que ambas partes puedan beneficiarse de la relación. La clave está en crear un entorno seguro y de confianza, donde la retroalimentación sea honesta y constructiva, y donde las mentees sientan que pueden hablar de sus desafíos sin temor a ser juzgadas.

Para quienes están considerando unirse a un programa de mentoría, Loreto tiene un mensaje claro: “Las mentorías te abren puertas y te permiten trabajar en tu marca personal y habilidades de liderazgo e influencia”. Según el informe de Inmujeres, las mujeres que participan en redes de apoyo y mentorías tienen más probabilidades de obtener ascensos y mejoras salariales, un dato que destaca la importancia de estas relaciones para romper el círculo de desigualdad y abrir nuevas oportunidades profesionales​(

Diez consejos para ser una buena mentora y mentee:

  1. Definir metas claras desde el inicio. Establecer objetivos específicos ayuda a guiar el proceso de mentoría y permite medir el progreso. Ambas partes deben discutir qué quieren lograr y cómo estructurar el trabajo para alcanzar esas metas.
  2. Mantener la comunicación abierta y constante. Crear un espacio donde se compartan éxitos y fracasos fomenta la transparencia y fortalece la confianza. Las sesiones deben ser periódicas y flexibles para adaptarse a las necesidades de la mentee.
  3. Escuchar antes de aconsejar. La mentora debe entender el contexto y los desafíos de la mentee antes de proponer soluciones. Esto evita imponer enfoques que no se ajustan a la realidad de la mentee.
  4. Crear un entorno seguro para hablar de desafíos. La mentee debe sentirse cómoda para discutir inseguridades y preocupaciones sin temor a ser juzgada. La empatía y la apertura son esenciales para construir esta confianza.
  5. Proveer retroalimentación específica y orientada a acciones. La retroalimentación debe enfocarse en comportamientos observables y ofrecer sugerencias claras de mejora. En lugar de decir “sé más proactiva”, indicar: “Podrías iniciar la conversación en las reuniones para que tus ideas sean escuchadas desde el principio”.
  6. Celebrar los logros, incluso los pequeños. Reconocer el progreso refuerza la motivación y construye autoconfianza. Más que decir “buen trabajo”, destacar qué hizo bien y cómo ese éxito contribuye a sus objetivos a largo plazo.
  7. Fomentar la independencia en la toma de decisiones. La mentora debe guiar a la mentee para que encuentre sus propias soluciones y tome decisiones con seguridad, evitando crear dependencia.
  8. Facilitar el networking y abrir contactos. La mentora puede invitar a la mentee a eventos, recomendarla para proyectos o presentarla a personas clave. Esto amplía su red profesional y genera nuevas oportunidades.
  9. Reconocer el crecimiento mutuo. Las mentoras también aprenden de sus mentees. Explorar temas emergentes, recibir nuevas perspectivas o replantear sus enfoques profesionales son beneficios que enriquecen la relación.
  10. Comprometerse a largo plazo. Una mentoría ideal se adapta con el tiempo. La mentora debe estar disponible para guiar a la mentee en momentos clave de su carrera, manteniendo un compromiso genuino con su crecimiento.
  11. Dejarse mentorear con humildad y proactividad. La mentee debe escuchar sin defensas y estar dispuesta a aplicar las recomendaciones, evaluando cada consejo para adaptarlo a su contexto y tomarlo como un punto de partida, no como una instrucción fija.
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