¿Qué casos de niñas que hayan atravesado esta transformación se quedaron en la memoria?
Hay una de ellas que me decía: “maestra, antes de entrar al equipo, solo mis papás me echaban porras en mis tareas o cuando jugaba a algo. Y ahora tengo todo un grupo de compañeras, de maestras. Mis amigos del colegio dicen, ella es la futbolista, me vienen a ver a los partidos”. Esta niña sintió que su red creció con el fútbol, que muchas personas ya creen en ella ahora. Que es protagonista de su propia película, que pueden desarrollar sus habilidades, tomas las riendas. Esto es algo muy especial que se filtrará, de seguro, a muchas áreas de su vida.
¿Y cómo hacen para mejorar los programas en el año a año y que sigan siendo lugares de desarrollo y seguridad de las niñas?
Intentamos que constantemente tengan una voz dentro de los programas, darles espacios para decirnos. Preguntarles ¿qué cosas sí te están gustando? ¿Cuál es no tanto? ¿Qué te gustaría que fuera diferente?
Al final es para ellas, para que ellas se sientan cómodas e incluidas. Y para eso necesitamos escuchar sus voces y amplificarlas.
Tenemos un fuerte trabajo de medición y evaluación. Sabemos que el 98% de nuestras niñas sienten que su confianza ha evolucionado desde que entraron a Girls United y eso es muy emocionante. Hacemos un registro de inicio para saber todas las cosas que tenemos que saber. Y algo que nos impresionó muchísimo es que el 88% de ellas nunca antes había estado en un espacio deportivo exclusivo para niñas.
También trabajamos encuestas de satisfacción con los padres de familia. Porque al final, las niñas muchas veces tienen 8, 9 años, y si dejan de venir o sí llegan o no a tiempo a los entrenamientos, es por el acompañamiento -o no- de sus papás y mamás. Es un gran desafío convencer a sus papás y a sus mamás, sus tutores o quienes las lleven, que este es un espacio que es bueno para ellas Y en nuestra última encuesta nos dijeron que el 100% de ellos marcaron, en una escala del 1 al 5, al 5 en cuanto a la importancia de este espacio para el desarrollo de sus hijas.
¿Las niñas se acercan desde un deseo propio o hay también quienes se acercan como guiadas por sus papás o mamás y después descubren que eso sí les gusta?
Todavía estamos en el proceso de descifrar si su motivación es intrínseca o si viene más de una motivación externa. Estamos haciendo trabajo con psicólogas para ver cómo sucede ese proceso. Por ahora, lo que hemos visto dentro de los formatos de registro es que muchos llegan porque quieren crecer en su fútbol. Pero después de ese primer grupo, también muchas llegan porque sus amigas las invitan.
Por ejemplo, hay una chica aquí en Ciudad de México que su mamá y papá cuando la trajeron dijeron que ella tenía problemas de adaptación, que no se llevaba muy bien con sus compañeros en el colegio. Cuando entró al equipo, si no nos hubieran dicho, jamás nos hubiéramos imaginado que tenía temas de socialización. Porque la chava es super extrovertida, comprometida; hasta, se ha vuelto vocera de la organización, con 9 años. Y tiene a sus mejores amigas en la cancha.
El fútbol se transformó tanto en su aliado que ahora se lleva con todas sus vecinas porque la invitan a jugar al fútbol informalmente a sus juegos porque saben que juega bien.
¿Cuáles son esas herramientas que crees que esta niña y otras ganan a través del fútbol concretamente?
Tenemos seis habilidades de vida identificadas que buscamos desarrollar a través de nuestro currículum, como la comunicación, la toma de decisiones, la asesoría de riesgos, el liderazgo, la resiliencia y la confianza. Siempre que hay un entrenamiento, una de esas es el objetivo dentro de los ejercicios, junto con una habilidad deportiva, sea pase, tiro, conducción, o cualquier otro.
Sus mamás y papás nos han dicho: “desde que forma parte del equipo en la escuela trabaja mucho mejor”. Ganan la capacidad de colaborar con otras personas, de crear colaborativamente y de confiar más en ellas mismas y en su aporte.
En el fútbol masculino, siempre hay mucha referencia a ídolos, ¿qué sucede con la representación de quiénes son las ídolas de estas niñas?
En Girls United colaboramos con jugadoras y entrenadoras globales, que son profesionales que se conectan con las niñas, van a las sedes y charlan con ellas. Una de ellas se llama Caroline Weir, juega con el Real Madrid y en el seleccionado nacional de Escocia. También está Vero Boquete, quien también ha visitado a las niñas y es embajadora. Y por último, te involucramos a una jugadora mexicana el año pasado que se llama Mónica Rodríguez. Ella fue muchos años capitana del Club América, ahora hizo una transferencia a Juárez en la última temporada y fue una de las primeras jugadoras en la Liga MX.
¿Y qué sucede en general con la representación de la mujer en el fútbol, más allá de estas idolas profesionales?
En este torneo del Día Internacional de la Mujer, por ejemplo, compramos unos trofeos y pedimos específicamente que se aseguraran que las figuras del trofeo fueran niñas. Porque siempre hay varones, es muy difícil conseguir trofeos que tengan figuras de niña, que es algo que no te imaginas hasta que vas a comprarlo. Cuando los recibieron, las niñas estaban fascinadas. Decían: “¡Tienen cola de cabello!
No nos dimos cuenta del poder que tenía esa acción hasta que lo vimos en ese torneo. Y terminar de darnos cuenta que la visibilidad siempre es todo para creer que puedes llegar a un espacio grande en el que puedes ser tú misma y triunfar.