Pamela Villarreal, de OTIF: Otif es una empresa de tecnología enfocada en integrar la cadena de suministro global y el transporte de mercancías con sede en Monterrey y con oficinas en China, Estados Unidos y México, señala que “la misión de la OTIF es unificar la cadena de suministro global en un ecosistema regional organizado, seguro y asequible. Permite a las empresas transformar la forma en que buscan, cotizan, comparan y reservan todo tipo de envíos y mejoran su eficiencia”.
Sus negocios se componen de servicios básicos de transporte logístico y servicios digitales premium como despacho de aduanas, gestión de riesgos, protección de seguridad, seguros y controles de cumplimiento, además de servicios financieros e iniciativas de innovación.
“En mi experiencia en corporativos transnacionales, siempre deseé que existiera una herramienta que hiciera la comparación de precios, la reserva y el seguimiento tan fácil como reservar un vuelo. Con la tecnología actual sabía que era posible, no solo transformar una industria masiva, sino también democratizar el envío en todo el mundo y ayudar a los comerciantes a nivel nacional e internacional. Y la clave fue sumar a mi socio, que sumó su experiencia en ciberseguridad e inteligencia artificial”, señala.
Para ella, este programa fue clave para recibir capacitaciones y acompañamiento de profesionales de primera línea y conexiones con otras mujeres que atraviesan por situaciones similares a las de su compañía.
Martha Alicia Alvarado, de Bionag: Bionag es una empresa de base tecnológica dedicada a desarrollar y comercializar medicamentos para la industria veterinaria fundada en 2011, dedicada a dar una esperanza de vida a mascotas a través de una nueva generación de nanomedicinas con capacidad antiviral, bactericida y fungicida.
“Nuestros medicamentos están salvando a animales de enfermedades graves, principalmente de origen viral, que con tratamientos convencionales terminan en su mayoría en muerte o eutanasia. Bionag salió al mercado en el 2019. Hoy, vendemos nuestros medicamentos en todo México, contamos con una demanda creciente a nivel nacional e internacional, infraestructura, patentes y sustento científico, que son la punta de lanza para convertirnos en una empresa de alcance global”, señala Alvarado.
“Preparamos las regulaciones específicas para convertir a nuestros productos en medicamentos veterinarios, logrando contar con los registros en 2018. De aquí en adelante el principal reto fue introducirlos al mercado. Buscamos alianzas con distribuidores farmacéuticos y médicos veterinarios para que probaran y comercializaran nuestra línea. Esto no fue una tarea fácil debido a que nuestros medicamentos son únicos y disruptivos para la industria y tuvimos que ganarnos la confianza de primeros médicos dispuestos a probar nuevas tecnologías. Hoy, la marca cuenta con más de 40 distribuidores farmacéuticos a nivel nacional, llegando a todo México”, dice.
Cuenta que en eNovadoras “aprendió, reflexionó, hizo cambios, compartió y ahora cuenta con más herramientas de habilidades duras y blandas para hacer crecer su empresa. “Próximamente renovaremos nuestra estrategia de marketing y proceso de ventas, lo que nos ha ayudado a duplicarlas y contar con mayor presencia nacional. La inversión que recibiremos nos dará el empujón que necesitamos para abrir nuevos mercados en otros países”.
Mariana Garza, de Inverkids: Se trata de una plataforma de educación financiera, destinada a guiar a niños y niñas en sus primeros pasos en ese sentido a través de clases semanales que reciben en el colegio, desarrollando así capacidades y actitudes financieras desde temprana edad. Enseña el valor del dinero y la importancia del ahorro para construir las bases de su futuro financiero.
“Todo nace desde pequeña, cuando creía que las monedas de 10 pesos eran de oro y comencé a ahorrarlas y pedirlas para cualquier evento: navidad, cumpleaños o de “domingo”. De ahí mis papás ven mis pasión por el dinero y me impulsan en mis emprendimientos de niña, me regalan libros de finanzas y eso me lleva a estudiar la carrera en el Tecnológico de Monterrey. Al graduarme, vi la necesidad de que los niños y las niñas aprendieran esto para ganar tiempo, pues cambiar hábitos financieros de los adultos es muy complicado. así fue como mi niña interior me impulsó a seguir mi pasión por las monedas de oro”, relata Garza.
“En este programa pude aprender de otras emprendedoras y mentoras para seguir rompiendo barreras para las generaciones que siguen. Me dio la oportunidad de generar una comunidad y de consolidar la estrategia de ventas de mi negocio para los siguientes años, como la prospección de nuevos clientes, la fidelización y el seguimientos de los actuales. Todo ello también abordando nuevas métricas de impacto, reportes de resultados y formación de comunidad para las instituciones educativas”, comenta.