¿Cómo podemos hacer para irnos dando cuenta de la temperatura, de cómo se desarrolla este movimiento en el corto y mediano plazo?
Dada la extremidad de la violencia, en la actualidad el movimiento se centra en la justicia y la retribución, la autonomía y la protección.
Uno de los indicios de que el estos temas llegaron a la agenda y está creciendo es que, por ejemplo, estamos viendo que hay más cursos con respecto a cómo educarnos acerca del feminismo, en cuestión de género.
También vemos a más empresas ejecutando iniciativas de diversidad e inclusión e intentando mostrárselas al mundo como ejemplo de buena práctica.
En las redes sociales podemos encontrar un buen termómetro para encontrar estos indicios y medir la temperatura de la época. Por ejemplo, hace unos años, durante el Día de la Mujer, salió un chatbot en Twitter (X) que se llamaba “Gender Pay Gap” que mostraba qué organizaciones tenían brechas salariales de género. Y quedó demostrado que incluso en países como el Reino Unido, donde se supone que las políticas de inclusión son muy avanzadas, había grandes desigualdades. Esa iniciativa fue tendencia en redes, porque demostró que cuando se analiza a profundidad, en los hechos concretos, la desigualdad, hay mucha diferencia entre lo que las empresas dicen y hacen, porque se jactan de ser inclusivas pero luego no contratan a mamás o no dan los mismos salarios a hombres y mujeres .
Además, las redes sociales han sido, en gran parte, quienes ayudaron a que este movimiento de derechos humanos tome fuerza en el tiempo. Aquí podemos nombrar a movimientos masivos como el #MeeToo, pero también encontramos en ellas la herramienta para poder visibilizar violencias individuales todos los días y dejar expuestas las violencias a los ojos de millones de personas.
¿Cuáles crees que son los factores sociales, culturales, económicos, políticos que llevaron a que la violencia a las mujeres sea tan fuerte en México en particular?
Si revisamos nuestras raíces, la narrativa sobre la mujer viene desde el tiempo de la colonia. A los mexicanos y mexicanas nos contaron que quien había sido la traidora de la patria, quién nos había vendido, había sido una mujer: la Malintzin. Y esta era la manera en la que nos presentaban ante la historia del país.
Esa fue la primera señal de que algo no estaba bien y debimos de habernos dado cuenta antes. De ahí en adelante hubo muchos otros indicios, como el rol de las mujeres en las telenovelas, las películas, que siempre fueron las que quedaban detrás.
En México hace no tantos años teníamos sólo dos televisoras y esas dos televisoras eran las que controlaban la narrativa, las historias.Nos contaban cómo era ser ama de casa, quiénes eran quienes tenían los pantalones. Y a través de la historia mundial, en los libros, con ejemplos como el de Juana de Arco, y muchos otros, construyeron cierta figura de lo que son las mujeres.
Así como hoy se busca cerrar las desigualdades en temas como el salario y combatir la violencia de género¿Cuáles crees que serán las proclamas feministas en 10, 20 años?
Una es la parte reproductiva, el área de maternidad. Los debates sobre la subrogación de vientre, la congelación de óvulos. ¿Qué es lo que pasa con respecto al derecho? No hay mucha gente que esté hablando de eso ahora, pero ya se está empezando a observar que las mujeres ya estamos empezando a tener hijos mucho más grandes.
La otra sería el tema de los roles. Hay cada vez más mujeres manifestando abiertamente que quieren ganar dinero, pero haciendo muy poco. Posicionándose como “girl boss”.. Entonces, aquí habrá que trabajar en que no por ser mujeres se nos tilde de “flojas” si queremos ganar mucho dinero y equilibrar nuestro bienestar, teniendo tiempo de ocio para leer, hacer ejercicio o descansar. Será un tema que aparecerá, porque históricamente nos han responsabilizado de las tareas del hogar, del cuidado, y se nos ha vinculado con el esfuerzo y el sacrificio, no tanto con el autocuidado o el disfrute.