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Las redes femeninas, espacios seguros de apoyo para emprendedoras

Sentirse acompañadas, encontrar inspiración y verse reflejadas en otras: las comunidades son espacios clave para combatir el síndrome de la impostora con el que muchas veces batallan las mujeres.
mar 23 abril 2024 05:00 AM
Cómo crear redes de mujeres
La falta de modelos de referencia y la sensación de estar solas en el camino son necesidades que las emprendedoras logran solucionar al formar parte de una red.

Helena Polyblank identificó pronto en su carrera que los esquemas de networking masculinos, enfocados en fraternidades, torneos de fútbol, cenas o paneles llenos de hombres, suponían un entorno en el que las mujeres tenían que abrirse camino. “Muchas veces sentí que no encajaba, me costó mucho y, en otros casos, con el tiempo, aprendí que eran oportunidades de nuevos espacios”, señala la cofundadora de Mendel, una fintech de administración de gastos empresariales.

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En su caso, armar o formar parte de grupos entre mujeres para tener ese complemento y conocer algunas otras que estaban en situaciones parecidas a la suya le demostró que “sí se puede” realizarse en diferentes ámbitos, “en todo”. “Son espacios donde hablamos de sentimientos, de dolencias, de alegrías en instancias de confianza y de entendimiento, porque estamos en situaciones parecidas. Estos espacios son de empatía al 100%, espacios seguros, que a veces en conversaciones con hombres no se generan con la misma profundidad y entendimiento, no por voluntad sino por diferencias propias del género”, opina.

Iliana Partida, emprendedora y directora de Tequilera Hacienda de Oro, de Jalisco, cuenta que platicar con otras mujeres y ver que tienen los mismo retos que ella, con otras soluciones de las que se le hubieran concurrido a ella misma, es importante para abrir la mente: “Esas otras formas de resolver temas a veces involucran más creatividad, humanidad o confianza en nuestra intuición y me hacen recordar que no necesito mil cursos, que ya estoy en este lugar porque tengo las habilidades para hacerlo increíble, y que la verdadera receta es simplemente no rendirme.”

Partida cuenta que hace años, antes de encontrar comunidades de mujeres, se escribió una carta a sí misma sobre lo que ella valía, para “bajarle el volumen a esa voz” que vivía dentro de ella y le hablaba muy mal. Cuando encontró su red, se dio cuenta de que lo que necesitaba era ver las cosas desde una perspectiva diferente. “Me quita peso de encima saber que no soy la única que está pasando por eso y que tengo un grupo de apoyo para sostenerme de verdad”, indica.

Para las mujeres, la comunidad importa por muchas razones. Una de ellas es el que se relaciona con el famoso síndrome del impostor, que estas redes logran romper o al menos debilitar gracias a poder entender que muchas mujeres emprendedoras pasan por obstáculos o sentimientos similares a la hora de crear y crecer su empresa, y que no por eso son menos capaces de hacerlo.

“Si tú ves desde fuera a una emprendedora exitosa, puedes pensar que es perfecta y que todo le ha salido relativamente fácil”, dice Gimena Sánchez, Chief Experience Officer (CXO) de Endeavor México, organización que engloba a start-ups de alto impacto en México y el mundo. “Pero cuando hablas con ella, cuando se construyen estos espacios de honestidad y de apertura, esa imagen aterriza en la realidad y registras que tiene los mismos miedos, inseguridades y dudas que puede tener una misma, y eso hace que el síndrome del impostor disminuya y aumente la visualización de que sí se puede, aún con dificultades, lograr el éxito”.

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El saberse parte de algo más grande, de un espacio donde conversar honestamente y compartir preguntas recurrentes, es lo que las emprendedoras como Polyblank definen como “espacios seguros”.

Sánchez, de Endeavor, establece un antes y un después en este sentido: “Hace unos años las mujeres no tenían esta red de confianza y quizás también, al encontrarnos en otro momento de la humanidad, con otras luchas, como comenzar a romper el techo de cristal y sobrevivir en puestos de decisión, tampoco teníamos el tiempo o la chance de pensar en una red o construirla”, señala. “Ahora que el techo está más roto es que podemos detectar la importancia de crecer con un sistema de apoyo y ver, escuchar y sentir que si ella pudo, yo también puedo avanzar todo lo que desee en mi emprendimiento siendo mamá”.

Para Karla Jauregui, Chief Growth Officer de Victoria 147, compañía que desarrolla empresas y emprendedoras, es un camino solitario y a veces faltan modelos a seguir. “No siempre es fácil encontrar mujeres a las que podamos mirar como inspiración en el mundo empresarial. La falta de modelos puede hacer que nos sintamos solas en este camino”.

Cómo crear comunidad de mujeres

-Conoce a tu audiencia: para poder crear espacios que le sirvan a quienes quieres que le sirvan primero debes entender quiénes son, qué quieren y sobre todo: qué pueden. Esto te servirá para crear espacios en los que las mujeres miembro puedan participar en horarios y espacios personales accesibles.

- Desarrolla experiencias que fomenten la interacción: busca generar dinámicas de grupo, juegos, talleres de aprendizaje y trabajo en equipo o salidas grupales que fomenten el que las mujeres se conozcan personalmente, más allá de lo profesional.

- Fomenta espacios seguros en donde se celebre la vulnerabilidad: establece acuerdos de confidencialidad en tu comunidad para que los relatos, dudas, preguntas o historias que se compartan allí se respeten y cuiden en un círculo de confianza.

-Sé constante: para poder generar una comunidad es importante que quienes forman parte de ella puedan estar constantemente en contacto, preguntándose o compartiéndose situaciones del día a día.

-Sé predecible, pero regala sorpresas: días establecidos para los encuentros o espacios fijos ayudan a que las mujeres puedan organizarse mejor para asistir a los espacios, así como darle un espacio en su agenda predecible. Juega también con las sorpresas: dinámicas nuevas, invitadas improvisadas o charlas espontáneas ayudan a que los encuentros sean más nutritivos y generen más pertenencia.

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