"La presencia de mujeres no suele pasar de 20% en las empresas unicornios, primero, porque en el área de tecnología aún hay un rezago importante en su participación. También está el factor de que los emprendimientos de mujeres necesitan más apoyo por parte de inversionistas o fondos de inversión que promuevan un mayor nivel de equipos ejecutivos dirigidos por mujeres", dice Brynne McNulty, cofundadora y directora de Tuhabi, una plataforma digital para vender bienes inmuebles.
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Karla Berman, directora de operaciones de SoftBank en México, considera que así como no todos los hombres emprendedores aspiran a ser unicornios, lo mismo pasa con las mujeres.
"Lo que sí creo es que, dado que hay menos empresas unicornio fundadas por mujeres, hay menos rol models y eso hace que haya menos que aspiren a eso. Tener rol models es importante para poder pintar tu propia visión, saber que es posible y que alguien más ya lo ha hecho", señala.
En la región, Berman destaca el trabajo de dos mujeres en empresas unicornios: Bárbara González Briseño, CFO de Bitso, una plataforma de compraventa de criptomonedas, y Loreanne García, cofundadora de Kavak, la firma de autos usados que se convirtió en el primer unicornio del país.
Ileana Alamo, líder regional de Comunicación y Marca de Project Management Institute, apunta que una posible razón que influye en el hecho de que la mayoría de cabezas de empresas unicornios sean hombres y no mujeres es que no suelen estar detrás de emprendimientos tecnológicos, que suelen ser los más fondeados en estos momentos, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas.