Devlyn tomó las riendas de la empresa familiar, una de las ópticas más importantes del país, fundada en 1943 en Ciudad Juárez, en 2015.
Antes, estudió en la escuela de negocios de Harvard, en la Universidad Anaháhuac y el Ipade. También formó parte de la Asociación de Comerciantes especializados como presidenta y de la Fundación de Mujeres Directivas de Corporativos. Desde que llegó a la dirección general de Devlyn, su camino se ha enfrentado con situaciones que la han formado día a día como líder empresarial.
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"El saber que soy parte de la continuidad de un sueño que nació en el corazón y manos de mis abuelos, de mi padre y sus hermanos y ahora de esta tercera generación es una enorme satisfacción", dice.
Devlyn forma, además, parte de otra estadística: según datos del Ipade, en el país sólo 33% de las empresas familiares sobrevive el paso a la segunda generación.
Formar parte de una familia con empresa no siempre significa que las siguientes generaciones crezcan pensando en liderarlas algún día. Laura Catena empezó estudiando Medicina, luego trabajó como bióloga y hoy es la managing director de Catena Zapata, la empresa familiar fundada en 1902, y directora su propia bodega, Luca Wines. En el camino, esta argentina nacida en Mendoza ha tenido que aprender sobre la gestión de equipos, de regulación de mercados en América Latina y hasta de marketing.
"Quería ser médica para combinar mi amor por la ciencia con mi amor por las personas. Luego me enamoré del vino y me di cuenta de que con él también podía usar mi amor por el arte y la ciencia y trabajar con gente muy apasionada. Y cuidar a la naturaleza, además de a las personas", explica.
Para la empresaria apasionada por la bioquímica, la mayor satisfacción que ha tenido trabajando para Catena Zapata es hacerlo con su padre Nicolás y su hermana Adrianna en el mismo lugar.