De acuerdo con las ponentes, abrir el espacio a todas las voces da una visión periférica que permite una mejora continua desde diversos frentes, que dan ese empuje competitivo y que permite a las organizaciones diferenciarse.
Adriana Rojas, vicepresidenta adjunta de recursos humanos y socia comercial D&I, en AT&T, comenta que con la implementación de políticas de diversidad se refleja en el desarrollo del talento, la retención del personal, y también en el servicio que la compañía de telecomunicaciones ofrece a sus clientes.
“Los equipos más diversos pueden tomar mejores decisiones, la pluralidad de ideas va sumando, y está probado que mientras más diversos son los equipos hay más creatividad. Esto resulta en mejores resultados y más innovación. Esta cultura de diversidad permite obtener mejores resultados y, nosotras internamente lo tenemos que fomentar para tener esta igualdad de oportunidades”, declara.
Mariana Uriol, gerente senior de marketing para Bonafont, una de las marcas de Danone, añade que los consumidores también exigen que sus marcas adopten una postura específica en un contexto de desigualdad que resulta más complejo para las mujeres. “Nuestra marca ha crecido en términos de poder, y esto se traslada en la decisión de compra del consumidor. Seguimos manteniendo y creciendo en preferencia a pesar del contexto económico tan complejo que se vive en el país”, añade.
Equidad salarial
La competitividad no es el único beneficio. La implementación de las políticas también han permitido a las empresas acortar inequidad salarial y permitir un acceso equitativo para las oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional.
Estas acciones de inclusión, destacan las ponentes, están creadas para generar políticas empresariales que regulen y midan los resultados para fortalecer los espacios, y asegurar que se mantengan en el tiempo y permean en todos los colaboradores, y lograr elevar la participación de las mujeres en la alta dirección y puestos de liderazgo.
El llamado es para que las mujeres crean en su potencial para establecer sus objetivos personales y profesionales, en tanto las organizaciones orientan sus esfuerzos para ser espacios libres de acoso, desigualdad e inequidad de género.