Edurne Balmori
líder con experiencia en empresas de consumo, coach y conferencista
Para mí ser mujer es ser yo misma. Conocerme, descubrirme y amarme. Hay muchas concepciones sobre ser mujer basadas en conceptos y costumbres arraigadas que en realidad ya no aplican tanto; mucho sobre roles que “debemos” cumplir y esas reglas considero que no definen lo que es ser mujer. Una mujer puede desempeñar el rol y trabajo que sueñe y yo sueño con ser la mejor versión de mi cada día.
También agradezco el vivir en este género, siendo consciente de cuál es el ejemplo que quiero dar a los demás, encontrando formas de seguir impactando positivamente a mi entorno y reconociendo el privilegio que tengo gracias a la lucha de mujeres antes de mí, siendo parte de esa historia y dejando un mundo mejor para otras mujeres.
La faceta que más he disfrutado es y a la vez ha sido la más difícil es mi faceta laboral: romper paradigmas de lo que las mujeres podemos o no podemos lograr por el simple hecho de ser mujeres, trabajar para que más mujeres tengamos espacios, oportunidades y reconocimientos y disfrutar de ser ejemplo de que sí se puede.
Yvette Mucharraz
directora del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección del Ipade
La verdad es que las palabras no me alcanzarían para definir lo que para mí significa ser mujer, creo que apenas la poesía lo podría decir mejor, pero me parece que podría definir a la mujer como uno de los cuatro elementos de la naturaleza: el fuego. Es un elemento de fuerza, de calor, lo que le brinda esta oportunidad de iluminar, de alimentar, de crecer, de expandirse.
Me parece que ser mujer parte de esta identidad, tiene que ver con esta calidez, con este gran amor por la vida, por la familia y por su trabajo
En esta redefinición del concepto de mujer pensaría en lo importante que es el reconocer la dignidad humana antes de atribuir ninguna etiqueta. La dignidad de la persona tendría que estar en el centro del concepto de lo que ser mujer. Tenemos que honrar precisamente la vida de las mujeres, en su contribución, reconocer todo este trabajo no remunerado que se hace, todo el esfuerzo y sacrificio de cada mujer en su espacio, en su familia. Yo creo que de esta manera redefiniría el concepto enfocándolo principalmente la dignidad de la persona.
Finalmente, me gustaría también hablar sobre el rol de la mujer en la paz, en la historia. La verdad es que en el momento en el que nos encontramos actualmente, considero que el rol femenino [es necesario] para lograr un mundo que tenga una postura mucho más conciliadora, mucho más trascendente, pensando no solamente en el bien inmediato sino en el bien común para esta generación y para las futuras. Me parece que ahí hay un rol muy importante que podemos jugar las mujeres y que además estamos llamadas a serlo especialmente en nuestro país y en el contexto que estamos viviendo
Y disfrutarlo es importante también, por ejemplo, para mí el estudio es una de las facetas que he disfrutado más como mujer. Es donde siento que más fluyo. Desde la educación básica hasta los últimos años que estudié mi doctorado y maestría fuera de México. Ha sido una etapa de verdad increíble.
Otra etapa muy importante, y que al mismo tiempo ha sido muy difícil pero la he disfrutado, es mi etapa como madre de familia.
Ha representado retos muy significativos y desafiantes, por ejemplo haber enfrentado algunas situaciones como la enfermedad de uno de mis hijos o también tener que conciliar los estudios y el trabajo. Ser una mujer proveedora para mi familia, sin duda, no ha sido fácil, en algún momento pensé que se pondrían más fáciles porque mis hijos ya no son tan pequeños y no requieren tantos cuidado, pero ahora me doy cuenta que las edades de la adolescencia y la juventud también hay nuevos retos. Y aunque no se ha puesto más fácil, ellos son para mí el motor, la razón de mi vida y la misión que sé que tengo para cumplir.