La mejora en condiciones no es un denominador común para las mujeres. La académica catalana Maria Alba Pellejà-Ciurana señala que, aunque las mujeres occidentales del siglo XXI han mejorado su relación con el ámbito laboral, la conciliación laboral y familiar sigue siendo un pendiente, pero también un respaldo en medio de la incertidumbre económica que tiene a México con un nivel de inflación de 7.36% durante los primeros días de este año.
Itzel Polo, traductora independiente, espera que en un empleo formal le ofrezcan prestaciones laborales mínimas de ley, que respeten sus tiempos de descanso y horarios y derecho a la desconexión y que ofrezcan opciones de cuidado colectivo para sus trabajadores, como jornadas de salud mental, salud en general, nutrición y asistencia para madres y padres que requieran de guarderías o estancias infantiles.
"Despu´és de ocho años trabajando como traductora, nunca he tenido un empleo que me ofrezca todo eso", explica.
Samantha García, que trabaja en Relaciones Públicas en una agencia de la Ciudad de México, señala que su trabajo ideal sería aquél con un ambiente laboral sano, sin hostigamiento sexual o laboral, salario bien remunerado y con un líder de equipo que esté capacitado para desempeñar sus funciones con eficiencia, prestaciones sociales, horarios de trabajo dignos y herramientas suficientes para desempeñar sus funciones.
"Parecería que esto que pido es lo más elemental que un trabajo debería proveer, pero la realidad es que las condiciones del mercado laboral son precarias desde antes de la pandemia", apunta.
Cristina Camacho, estudiante de octavo semestre de Administración y Contaduría, asegura que su principal expectativa es la transparencia en las condiciones que ofrecen las compañías.
"Sé de muchos casos que les venden una idea, pero cuando llegan ahí es otra completamente y casi siempre peor: menos sueldo, o un ambiente laboral hostil o de plano la ausencia de procesos de trabajo. Por eso ahora que inicio en la búsqueda de empleo siempre pregunto aunque ellos crean que sólo me están entrevistando a mí, por qué yo también los eligiría o no", dice.
Por su parte, Almaraz ya adoptó como filosofía no trabajar con personas que considera que tiene una mala actitud y también a rechazar posiciones que impliquen trabajar en un equipo que tenga una desorganización que implique trabajar horas extras de forma habitual por eso y no por la carga laboral misma.