Matthew Bird, catedrático de la
Universidad del Pacífico
en Perú, lideró la investigación 'Educación financiera, comunicación de pareja y normas de género: Explicando los efectos mixtos del empoderamiento de las mujeres en la negociación dentro del hogar', en el que concluyó que la educación financiera influye directamente en el empoderamiento de las mujeres, quienes al contar con más recursos monetarios como producto de una planeación financiera, asumen un rol más activo en la negociación dentro del hogar.
Sin embargo, datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2018, la última disponible, mostraron que sólo 7% de las mujeres en México han tomado un curso o taller que tenga relación con el ahorro, la elaboración de un presupuesto o el uso adecuado de tarjetas crédito.
Marilú Ayala, consultora de finanzas personales y creadora de Café en finanzas, asegura que las mujeres no suelen tener un acercamiento al dinero en primera instancia. Y que incluso el imaginario colectivo dice que las mujeres son mejores gastando que administrando, cuando la evidencia muestra que son ellas las mejores pagadoras de crédito y que toman mejores decisiones para administrar sus recursos.
"Tal es el caso de Yunus [Muhammad Yunus, banquero de la India] que dio microcréditos, que denominaron 'solidarios' y vieron que las mujeres tuvieron mejores tasas de pago que los hombres", cuenta.
Al igual que en México, cuando la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV) reveló en junio de 2020 que las mujeres presentan menores tasas de impago en comparación con los hombres.
No obstante, apunta Ayala, las necesidades financieras de las mujeres parten de un escenario disparejo en relación con los hombres debido a la brecha salarial.
Menores ingresos, mayor gasto
"La mujeres tenemos menores ingresos por el mismo puesto y eso genera una presión extra en la gestión de nuestras finanzas y mejorar o controlar mejor nuestros ingreso", explica.
También señala como un factor de desventaja el llamado impuesto rosa, el cual suele aplicarse, sobre todo, en productos de higiene e instrumentos financieros. La CNBV atribuye esta 'tasa' a una estrategia de mercadotecnia por parte de las empresas, hecho que también avaló Profeco, al explicar que un mayor precio también se debe a que las marcas invierten más dinero en la presentación de sus productos.
O el caso de las diferencias en el precio de las polizas de gastos médicos, que llegan a tener un mayor precio para las mujeres, con igual cobertura que la de los hombres.
Por ello, la experta en finanzas personales considera un reto acceder a servicios o productos con un presupuesto diferenciando únicamente por razón de género.