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La 'obligación' de las mujeres de verse bien, aunque tengan cáncer

El cáncer de mama es el más común entre las mujeres de todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
vie 29 octubre 2021 05:05 AM
La 'obligación' de las mujeres de verse bien, aunque tengan cáncer
La 'obligación' de las mujeres de verse bien, aunque tengan cáncer

Cuando tecleas la palabra bonita junto a cáncer de mama en cualquier buscador de internet, te arroja decenas de resultados. Entre los tres principales se puede leer textos cuyos titulares son: “Verse bella también es posible a pesar del cáncer”, “Cáncer de mama: tu mejor versión sin importar las circunstancias” o “¿Cómo lucir bien durante un proceso de cáncer?”.

¿Es importante para las mujeres que padecieron o aún tienen cáncer de mama o cualquier otro cáncer que su aspecto sea el mismo que antes? Pierina Paoloni, copy y estratega de audiencias para una agencia de publicidad y sobreviviente de cáncer de mama opina que no.

“Cuando me diagnosticaron, en mi primera cita, el mismo médico que me estaba atendiendo me habló sobre cómo sería la operación para reconstruir mi seno y yo sólo pensaba que no me interesa escuchar eso. Yo sólo quería saber cómo iba a salvar mi vida”, cuenta en entrevista con Expansión Mujeres sobre el cáncer que más se diagnostica a mujeres.

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Paoloni, como muchas mujeres, tuvo que enfrentar el cambio de su aspecto físico luego de someterse a una masectomía y a tratamientos que incluyeron sesiones de quimio y radioterapia.

Cuando fue diagnosticada, en octubre de 2020, empezó de inmediato con el tratamiento que, después de dos semanas, le provocó la pérdida de cejas, pestañas y cabello, así como el cambio en la textura y color de su piel. “Si recibes radio, la zona afectada se quema y genera tanto dolor en el cuero cabelludo que por eso decidí raparme. Hay un cambio absoluto de todo el cuerpo”, afirma.

En un inicio le ofrecieron hacerle microblanding (técnica para el tatuado de cejas), pero decidió declinar la proposición. Tampoco optó por el uso de pelucas, que llegan a costar entre 10,000 y 30,000 pesos. En cambio sí se sintió más cómoda con las mascadas. Ahora que ya está fuera de peligro (aunque continuará en remisión por cinco años), comienza a considerar una cirugía para reconstruir el seno que le extirparon.

“Cuando salía a la calle me ponía pañuelos, pero por ser pandemia no viví eso de lo que tantas pacientes hablan, que es enfrentarte a las miradas de lástima de personas. Lo que sí es que piensas que no quieres que se te note el cáncer”, dice.

La Sociedad Americana de Cáncer advierte que la quimioterapia provoca alopecia o pérdida de cabello, pérdida de peso por la falta de apetito, aumento de peso por inflamación o irritación de la mucosa oral, lo que puede generar incomodidad para comer y tragar.

Parte de las campañas que empresas hacen en octubre, mes que busca concientizar a las personas sobre las ventajas de la detección temprana de este tipo de cáncer, se enfocan en ofrecer asistencia a las pacientes, pero que muchas veces se limita a la repartición de pelucas, maquillaje o cambios de look.

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¿Por qué las mujeres querrían verse como si nada pasara?

Mayra Mora, psicóloga clínica y profesora de la Universidad Anáhuac, explica que las mujeres con cáncer viven una presión extra y es la de verse bien, saludables y bellas.

“La imagen corporal es uno de los efectos más estudiados y discutidos sobre este tipo de cáncer, lo que provoca que muchas mujeres transiten por este padecimiento pensando en que deben permanecer bonita, aunque estén enfermas. Y se esfuerzan para verse bien, o por lo menos como antes de empezar con las quimios, porque temen que haya represalias que pueden ir desde miradas incómodas hasta miedo a despidos injustificados”, dice.

Tal fue el caso de Marilú Vader, quien fue despedida luego de recibir el diagnóstico con carcinoma ductal infiltrante etapa 3 A. Asegura que su despido se dio poco luego de comunicar a la empresa en la que trabaja que estaba enferma y lo justificaron con un “recorte de personal”, pese a que dos semanas después de su salida realizaron contrataciones.

“Primero aumenté de peso, perdí cabello, se me descalificaron los huesos, me hinché, perdí dos muelas y mi estómago está muy dañado. Verme al espejo o hablar de cómo me veo puede ser difícil”, comparte.

Mora advierte que la sociedad emite un doble discurso en el que, por un lado, se dice apoyar a los pacientes con cáncer, pero “parece que nadie quiere ver a mujeres enfermas”.

Considera que el acompañamiento que debe darse a pacientes debe ser más integral. “Acompañas a las pacientes a sus consultas o terapias, no sólo al principio; preguntar cómo se sienten o qué necesitan, proporcionar información veraz sólo si alguien lo pide y, sobre todo, comprender que cada mujer vive un proceso distinto. No podemos presionarlas a que se vistan de cierta forma o que opten por cierto tratamiento o cirugía para verse ‘mejor’”, recomienda.

No obstante, acota que es primordial comprender los requerimientos de una paciente y que, si una persona está convencida de que cambiar algo en su físico la hará sentir mejor, nadie tiene por qué cuestionar su voluntad o deseo.

“A ellas les dicen tanto que están viviendo un duelo por todo, que se pierde el sentido original de ese concepto. Aun así, si eso las hace sentir mejor nadie tiene que negárselo. Ya habrá otros espacios y momentos para cuestionar los estereotipos y estándares de belleza que nos imponen a las mujeres”, dice.

Por su parte, Pierina asegura que todos "los rituales" alrededor del físico de una mujer con cáncer no tienen que ver con la banalidad que normas estéticas podrían implicar, sino como parte de un proceso de identificación y acercamiento.

"Muchas veces no hay una mala intención cuando alguien te dice que te verías más bonita si hicieras esto o aquello, para nosotras más bien es como un gesto de hermandad y solidaridad que nos permite saber que entendemos por lo que está pasando la otra", explicó sobre su experiencia al encontrar grupos de contención en los que estaban otras mujeres con cáncer, y que hasta la fecha, mantienen comunicación.

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CáncerMujeresCampañas de belleza

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