La judoca Lenia Fabiola Ruvalcaba Álvarez obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokio, después de derrotar a Raziye Ulucam, de Turquía. Ahora, con el metal en cuello y después de los festejos, comparte lo que significó para ella ganar esa presea formando parte de una minoría como lo son las mujeres en el deporte.
“Hace semanas me contagié de COVID-19 y ni siquiera sabía si iba a poder competir. Llegando a Tokio seguí dando positivo y me quedé encerrada en la Villa Olímpica hasta que por fin salí negativa, pero no sabía si eso sería posible ni tampoco cómo sería mi recuperación y cuánto afectaría mi desempeño”, explica en entrevista para Expansión Mujeres sobre los que considera los 17 días de mayor angustia que ha sentido.
La presión mental que también sintió por ganar un bronce es distinta a la que se tiene al buscar un oro, porque en caso de perder se tiene asegurada por lo menos una medalla de plata. En el caso del bronce, advierte, se juega el todo por el todo.