Las empresas poco a poco empiezan a hacer avances en materia de equidad de género. Pero si bien en muchas compañías, sobre todo en las multinacionales, los porcentajes de hombres y mujeres se acercan en puestos operativos, la brecha no logra acortarse conforme avanza la jerarquía y aún son menos las mujeres de 30 a 35 años que ocupan puestos gerenciales.
Una forma de combatir los factores estructurales que alejan a las mujeres de estas posiciones es que se concentren en la creación de una marca personal. Elian Hanono, consultora de imagen pública, explica que la marca personal es la percepción que se tiene de cualquier persona, independientemente de que se haya amoldado o no.
Para la especialista, es inevitable tener una marca personal vinculada a la posición laboral (y personal), pues ésta se refuerza a través de una gran diversidad de variables como la personalidad, resultados medibles, estilo de trabajo, actitud, seguridad o comunicación verbal y no verbal. Y advierte que la clave de construir una marca personal exitosa es hacerlo con objetivos específicos, más si uno de ellos es romper techos de cristal.