La Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez ha lanzado un programa de becas para mujeres líderes en la región para programas MBA internacionales.
Esto desde el punto de vista de que la inclusión beneficia tanto a hombres como a mujeres aumentando la rentabilidad de las empresas.
La Universidad, de esta manera, confirma la importancia de las personas en la empresa y lo relevante del rol de la mujer en la alta dirección y el liderazgo corporativo.
La primera opción del programa es Mujer Líder Organización, que consiste en fomentar el desarrollo de las mujeres con talento que ocupan una posición de liderazgo o que tienen proyección dentro de la organización.
Esto con la finalidad no solamente de fomentar el rol de la mujer en las instituciones y la sociedad.
La organización debe presentar a un grupo de mínimo 6 candidatas para participar en el proceso de selección en el cual se otorgarán como máximo las tres becas acordadas.
Se ofrecen 3 becas por organización de 40% , 30% y 25%.
Las beneficiarias de la becas pueden escoger el programa MBA que más se ajuste a su perfil.
Mientras que la segunda opción es Mujer Líder Persona Natural, basado en el rol primordial tanto en sus funciones profesionales como familiares y están muy involucradas en el mundo público y a la población económicamente activa.
Dado esto, la postulante debe demostrar alguna situación en la que, a través de sus funciones de líder, haya influido decisivamente en diferentes ámbitos. Debe demostrar cuáles son sus características personales y especiales que le han facilitado estos logros como líder de grupo o equipo de trabajo.
Se ofrecen becas de hasta un 35%.
La diversidad e inclusión ya existe, porque las organizaciones cuentan con diferentes personas con diversos conjuntos de habilidades y experiencias en la gestión de diferentes funciones.
Sin embargo, la Universidad Adolfo Ibáñez propone extender la parte "Social Diversidad e inclusión" que se define en términos de género, cultura, habilidades físicas, etnia, color de piel, preferencias sexuales, idioma y diversidad religiosa, entre varios otros.
Esto con la meta de formar líderes corporativos socialmente diversos, ya que al dirigir tendrán ideas y puntos de vista que abarcan una sección mucho más amplia de nuestras sociedades, mercados, culturas y creencias.
Su capacidad para planificar, construir, hacer crecer, controlar y administrar negocios será mucho más mejorada que un equipo unidimensional.
Tener diversidad social y su inclusión en la cultura y una organización garantiza una ventaja competitiva natural.
Las empresas que adoptan este enfoque ocupan una posición más alta en todos los índices, incluidos el rendimiento, la longevidad, la contribución social, la felicidad de los empleados y la innovación.
