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Las mujeres no se ven a sí mismas en los consejos administrativos

Que las mujeres no tengan como un objetivo a seguir en su carrera ocupar un asiento en los consejos administrativos tiene poco que ver con su capacidad y más con la poca participación.
mié 19 enero 2022 08:39 AM
Estos factores detonaron que mujeres quisieran formar parte de consejos
Estos factores detonaron que mujeres quisieran formar parte de consejos

Gran parte de mujeres profesionistas trazan una linea a seguir para desarrollarse laboralmente: primero de mandos medios, luego gerenciales y por último de alta dirección, sin embargo, esa trayectoria no llega siempre hasta los consejos administrativos.

La trayectoria de las mujeres no apunta a los consejos tanto que en México, hay 2,574 asientos en consejos de administración de empresas listadas tanto en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) como en en la Bolsa Institucional de Valores (BIVA). De ellos, 225 pertenecen a mujeres, y sólo 56 son independientes, es decir, 2% del total.

Para entender a qué se debe que las mujeres no tengan una participación visible ni frecuente en los consejos de administración Magdalena Carral, miembro del Consejo de Administración del Centro de Control del Gas Natural y fundadora y miembro de la Junta Directiva del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, explica que el problema comienza en el nivel de representación de mujeres a nivel directivo.

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"Para poder ser parte de un consejo es necesario contar con muchos años de carrera y experiencia técnica y muy específica, sí, pero también como directora general. Y ¿cómo vamos a poder llegar a un consejo con ese requisito si la misma brecha por género nos impide llegar a las direcciones generales de las empresas?", aseveró Carral en entrevista con Expansión Mujeres.

El informe anual “Mujeres en los Negocios” que elaboró Grant Thornton, compañía de consultoría y auditoría, únicamente 35% de las empresas en México tienen mujeres en sus puestos de alta dirección.

Para Carral, no está en en panorama laboral de mujeres formar parte de consejos porque siguen sin considerar que sea una vía a la que pueden acceder, primero porque los consejos no hacen suficiente promoción sobre las vacantes que surgen en sus consejos y las mujeres no siempre están enteradas de cuando se abren esos espacios a los cuales ellas podrían solicitar entrar.

También influye, explica, que existen tan pocas mujeres en los consejos de empresas en México y de otras regiones que las mujeres no cuentan con modelos a seguir con los que se puedan identificar o de otras mujeres quienes puedan proporcionales tips personales sobre su experiencia como consejera.

Arleth Leal, empresaria, head hunter de altos perfiles y consejera de una empresa trasnacional con presencia en México, considera que el síndrome de la impostora es un factor determinante para que una mujer decida no intentar formar parte de un consejo.

"Hay cierto grado de rechazo por la falta de autoestima, no creen que pueden estar ahí incluso porque la mayoría son hombres y asumen que descalificarán su trabajo sólo por ser mujeres", dijo.

Yvette Mucharraz, directora del Centro de Investigación del de la mujer en Alta Dirección (CIMAD) que forma parte del Ipade, afirma que la creación de consejos administrativos es una práctica relativamente nueva en México.
"La formación de consejos tiene poco tiempo en México y lo que hemos visto es que la mayor parte de su conformación son consejeros patrimoniales, no independientes. Entonces partimos de que hay más dueños de empresas que dueñas", puntualizó.

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A continuación, tres mujeres comparten cómo llegaron a un consejo pese a que no fue parte de su plan original como profesionistas.

1. Modelos a seguir

“Yo no tenía intención de formar parte de un consejo, no porque no quisiera, sino porque no sabía que era una opción siquiera”, dice Luz Marina Martínez, hub leader de Hitachi Energy.

Su carrera en el mundo de la tecnología empezó en 1991 y la ha llevado a ocupar puestos administrativos, financieros y gerenciales, en países como Colombia, México y Suiza. Y aun así, no vislumbró que un siguiente paso en su carrera sería un asiento en un consejo.

Fue hasta 2012 que asistió al evento Women’s Forum, y que escuchó a directivas de otros países y distintas industrias que emprendió un camino de preparación para lograr un espacio.

“Ver a mujeres poderosas siempre me ha inspirado, pero ver a otras mujeres siendo consejeras compartiendo su conocimiento activó en mí la necesidad de retarme para llegar a un siguiente nivel de exigencia y responsabilidad profesional”, explica.

Para Martínez, ser miembro de un consejo de administración fue una vía para incidir en el máximo nivel de autoridad de una empresa, desde su expertise financiero, pero también como mujer.

Una vez que llegó a ser CFO, decidió que como consejera de Hitachi quería poner al servicio de un consejo los años de trabajo que le tomaron llegar a ese punto.

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2. Oportunidades de tomar una postura

Por su parte, Ana de Saracho, directora de Asuntos Públicos y Regulación de Telefónica y miembro del consejo de un consorcio en el que la empresa forma parte desde 2010, cuenta que ella tampoco había considerado llegar a un consejo, sino hasta que por parte de la empresa en la que trabaja le ofrecieron la oportunidad de hacerlo como un reconocimiento a su trabajo, pero también para representar y defender sus intereses en el GTAC, el consorcio que Telefónica formó en conjunto con las empresas Megacable y Televisa.

“Llevo 23 años de recorrido en telecomunicaciones, cuando me ofrecieron formar parte del consejo del consorcio dije que sí porque he estado rodeada de hombres en un sector donde sólo 36% son mujeres y eso si tomamos la pirámide completa, pero acá conmigo somos pocas. Tomar esos espacios es un statement de lo que podemos hacer las mujeres”, dijo.

De Saracho recuerda que durante la mayor parte de su carrera en el sector fue la única mujer en la mesa. Y aunque no se había planteado ser consejera, sí se preparó para lidiar con el hecho de que ser mujer podría ser un desventaja en una industria tan masculinizada.

“Me fui preparando para poder llegar a un puesto directivo, sobre todo para desarrollar mis habilidades blandas porque es cierto que cuando se conforma un consejo se consideran factores como conocimientos técnicos, pero también ciertos perfiles de liderazgo, por eso quise aprender y pulir mis habilidades al máximo”, dijo.

El Índice de Diversidad de Género en Consejos de Administración 2020, que realizaron el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del IPADE y la organización Women on Board, mostró que 28% de las empresas listadas en las bolsas de México no contaban con ninguna mujer en sus consejos, es decir, 37 empresas tienen consejos sin mujeres y en 38 empresas sólo hay una mujer en el consejo.

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3. Una ventana de crecimiento

Alejandra Marroquín, consultora en presencia ejecutiva, lleva 14 años al frente de su propia firma más otros 16 de experiencia profesional.

Al igual que Ana y Luz Marina, ser consejera no estaba en su radar profesional, pero todo cambió cuando un conocido le sugirió que se preparara para serlo porque -debido a su perfil, que ha trabajado preparando a perfiles de alta dirección- tenía un panorama sobre las necesidades de consejos de administración.

“En su momento consideré moverme más al lado de coaching para ser consejera, pero entonces me invitaron a formar parte de dos consejos de empresas pequeñas y que por primera vez están reuniendo a equipos en todos los niveles. Entonces dije sí y tengo claro que de aquí aprenderé mucho para participar en consejos de empresas más grandes”, dijo en entrevista con Expansión Mujeres.

Al partir del hecho de que estas empresas apenas están formando su primer consejo, Marroquín aprende de cero todos los procesos que involucran técnica, pero también una visión de negocios distinta a la que la consultoría le ha dado en casi tres lustros.

“Mi mayor beneficio es la experiencia porque una cosa es estar ejecutando y otra liderando la estrategia”, dijo.

En el mismo sentido, Arleth Leal sostiene que en su caso formar parte de un consejo incrementó su valor curricular porque como profesionista le dio más plataforma, pero como empresaria le ha brindado una formación adicional a la propia,

"Ahora tengo la ventaja de ver otros puntos de vista para hacer negoocios, lo que me ayudó a agudizar mi habilidad para analizar y responder a contingencias", dijo.

Que las mujeres no tengan como un objetivo a seguir en su carrera ocupar un asiento en los consejos administrativos de empresas públicas o privadas tiene poco que ver con su capacidad y más con la poca participación y visibilidad que las consejeras en México; el mismo Índice de Diversidad de Género apunta que el nivel de participación de mujeres en consejos en el país es de 8.7%, el nivel más bajo en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y muy detrás del 22.6% de Estados Unidos, del 37% de Francia, 29% en Italia y 19% de España.

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