Las crisis reputacionales y sus efectos pueden multiplicarse debido a la facilidad con la que se propaga la información a través de espacios digitales y a la hiperconexión que ello conlleva. Si alguien se equivoca, es más fácil que las personas se enteren y de que lo hagan con mayor inmediatez. ¿Eso significa un problema para las mujeres? Definitivamente sí, porque los equipos aún no están sensibilizados para solucionar una crisis con perspectiva de género.
“La perspectiva de género ni siquiera se plantea como un enfoque al momento de gestionar una crisis corporativa. Y me parece que está relacionado justamente con las personas que lideran la gestión de crisis, pues si éstas no tienen este enfoque o no son sensibles a los temas de género, difícilmente pueden diseñar una estrategia de manejo de crisis con este enfoque”, afirma Mariana Orozco, consultora de comunicación y género de la agencia PRoa StructurA.
Para Orozco, los equipos de gestión reaccionan sabiendo que existe una mayor carga para las mujeres en términos de expectativas, pues en su caso, ellas siempre deben demostrar el máximo esfuerzo, sobre todo cuando ocupan puestos de liderazgo.