Desde que la infección de COVID-19 se declaró pandemia en marzo de 2020, las mujeres y las niñas han padecido repercusiones económicas y sociales desproporcionadas y que sólo se agravaron en contextos de fragilidad y emergencia, de acuerdo con ONU Mujeres.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el primer trimestre de 2021, 1.6 millones de personas abandonaron el mercado formal laboral, de los cuales 84% son mujeres.
Sin embargo, la pérdida de empleo no fue generalizada para el género femenino. Edgar Vielma, director general de estadísticas sociodemográficas del Inegi, asegura que las mujeres que se vieron más afectadas en términos de desempleo y baja en ingresos son las mujeres que se dedican al sector servicios y que están ubicadas en Quintana Roo, Baja California y Ciudad de México.