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“Dejé de escuchar a quien me decía que las mujeres no servían para el fútbol”

Mónica Vergara es la primera entrenadora de la Selección femenil de futbol de México. Formó parte del equipo a los 13 años, como jugadora. Ahora dirige a una nueva generación.
lun 24 mayo 2021 08:57 AM
“Dejé de escuchar a quien me decía que las mujeres no servían para el fútbol”
Mónica Vergara es la primera entrenadora de la Selección femenil de futbol de México

Mónica Vergara es una apasionada del fútbol que, en sus palabras, tiene el privilegio de vivir su sueño: dirigir la Selección Femenil de México.

Con 37 años de edad y 24 de experiencia pambolera, el pasado 19 de enero fue nombrada directora técnica del mayor cuadro femenil del país en ese deporte, luego de que participara por primera vez como jugadara, convocada por Leonardo Cuéllar.

Y aunque el nombramiento de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) sucedió en pleno s. XXI, Mónica apenas se convirtió en la primera mujer en dirigir este cuadro.

Como jugadora participó en la primera Copa Mundial de la FIFA para mujeres en Estados Unidos 1999. Disputó dos Copas Oro (2002 y 2006), los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y a cuatro Juegos Panamericanos.

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“Estoy muy contenta por llegar a la Selección Femenil, para mí es un orgullo. Van a ver un equipo que represente de toda forma a México, desde los valores”, adelantó desde su debut Mónica Vergara.

A cuatro meses de ello, Mónica señala que le ha tocado vivir de diferentes etapas, frente al sexismo, en su carrera como futbolista y entrenando.

Sexismo y fútbol.

MV:“Hablando de esta disriminación que vivimos por ser mujeres, creo que no siempre se dan con una intención consciente, sino que la gente actúa a partir de creencias y tabúes que se tenían antes. Cuando era adolescente, me tocó esta parte en la que me decían que el fútbol era de hombres y que las mujeres sólo servíamos para criar hijos. Pero luego me tocó estar en un equipo en el que también había hombres y el nivel de exigencia de mi entrenador a mí era exactamente igual. Con el tiempo también me fui encontrando con una visión más inclusiva en la que mujeres y hombres a mi alrededor buscaban un trato más justo para los equipos en los que jugaba, pero después de haberse sensibilizado con el tema de diversidad”

E: ¿Qué tuviste que hacer para avanzar en un deporte tan masculinizado?

MV: Tuve que desarrollar nuevos hábitos, como hacer más ejercicio y entrenamientos especiales, siempre con disciplina y constancia. Tuve una alimentación más saludable. Aceptar que no iba a fumar o a tomar, que no podía desvelarme como todos mis amigos porque mi rendimiento tenía que ser adecuado. Pero también nuevas creencias, pero para que eso sucediera primero dejé de escuchar a hombres y mujeres, de familia, amigos o en el campo, que me decían que las cosas que no se podía hacer sólo porque yo lo quería y también a aquellos que me decían que las mujeres no servían para el fútbol.

Con el tiempo me di cuenta de que sí me rodeé sólo de gente de la que podía aprender y que me impulsaba a aspirar más.

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E: ¿Cómo es la Selección con la que te encontraste? ¿Es distinta a la primera en la que tú participaste?

El cambio es muy radical, primero porque cuando yo participé por primera vez (Copa Mundial Femenil de Fútbol 1999, en Estados Unidos) era un sólo equipo; imagínate, yo tenía 13 años y mi compañera más grande tenía 33.

Ahora hay distintas divisiones, porque hay más mujeres queriendo profesionalizarse en este deporte y porque sí tenemos más recursos para que haya más mujeres. Contamos con cuatro categorías sub15, sub17, sub 20 y la mayor

Ahora los equipos femeninos tienen a profesionales que se enfocan en lo deportivo, pero también en lo mental y en su salud física. También tenemos a gente en operación, en redes sociales difundiendo lo que hacen las chicas en el campo. Tenemos un aparato más grande apoyándonos del que yo hubiera imaginado cuando inicié y me decían que para qué quería jugar fútbol si no podría ser profesional como un hombres.

Me parece que hay una estructura sólida que trabaja fuerte para empoderar a las mujeres desde aquí.

E: Entonces, ¿ya se acabó el sexismo del fútbol?

MV: Hay cuestiones que aún nos limitan. Tenemos que seguir trabajando hablándole de “merca” a los patrocinadores y a empresas para que se acerquen y comprueben ellos mismos que sí hay mercado que se puede explotar en el mercado femenil, pero con condiciones justas. Buenos salarios, viáticos, prestaciones, seguridad y también giras internacionales y mejores premios para las jugadoras.

Soy una vocera de la causa y mi siempre doy mi total apoyo para levantar la voz porque aún persiste una brecha salarial y de oportunidades en el fútbol femenil en comparación con el varonil que nos lleva décadas de ventaja debido a prejuicios machistas.

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E: ¿Qué logros y momentos más difíciles marcaron tu carrera?
Como jugadora obtuve tres medallas en Panamericanos (plata en Winnipeg 1999, bronce en Santo Domingo 2003 y Guadalajara 2011). Pero también he tenido momentos difíciles.

En 2011, cuando había cumplido todo el proceso para asistir a la Copa Mundial de Alemania, un día después de que nos tomaron la foto del equipo me avisan que no estoy en la lista de las convocadas. En este momento se me vino todo abajo y estuve muy deprimida porque pensé que ya no tendría espacio en el futbol. Fue un golpe muy duro.

Yo seguía mal, en medio de un duelo que no entendía, y a los cinco días de ver la list, me buscó el equipo de Leornado Cuéllar, que dirigía el Tri femenil, y me dijeron que siempre sí me iba a Alemania, pero ahora auxiliar técnica.

Esa noticia me cambió la vida, pero ese dolor que sentí al inicio nadie me lo quita. Sólo tuve la fortuna de tener una excelente noticia después.

Cone lel tiempo dirigí mi primer mundial como entrenadora, en donde ganamos el subcampeonato del torneo además de que fue la primera vez que México llegó a una final femenil de cualquier categoría en la historia.

E: ¿Cuáles son tus mayores referentes?

MV: El primer nombre que pienso es Michell Akers (es una exfutbolista estadounidense que jugó para Estados Unidos en la Copa Mundial Femenina de Fútbol de 1999 . Ganó la Bota de Oro en 1991 por ser la máxima goleadora de la temporada y ahora es miembro del National Soccer Hall of Fame).​

Pero gracias a que la costumbre que mi familia le tuvo al deporte, siempre tuve ejemplos a seguir y creo que eso es primordial para que las niñas nos acompañen en este camino porque te ayuda a seguir y a saber lo que puedes hacer, pero también para lo malo porque ves lo que no deberías hacer.

Pero también de otros ámbitos. Hay mujeres sobresalientes en leyes: abogadas, ministras. Ahora mujeres directoras en empresas, directoras deportivas, coordinadoras deportivas y todas esas mujeres son historias de éxito.

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