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El desempleo afecta más a las mujeres: ¿qué hacemos?

84% de los 1.6 millones de personas que perdieron su empleo entre enero y marzo de este año son mujeres. Ellas enfrentan problemas estructurales, como la responsabilidad de los cuidados.
jue 20 mayo 2021 05:00 AM
 El desempleo afecta más a las mujeres: ¿qué hacemos?
Más de 1.3 millones de mujeres perdieron su fuente de ingreso durante los primeros tres meses del año.

La pandemia azotó a toda la población, pero no lo hizo de igual forma para todos. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 1.6 millones de personas que perdieron su empleo durante el primer trimestre, 84% son mujeres. Más de 1.3 millones de mujeres perdieron su fuente de ingreso durante los primeros tres meses del año.

Lucía Lagunes, directora General de Cimac, explica que los sectores que se vieron más afectados por la pandemia son el de sector servicios, restaurantes y hotelería, que es además donde más participación hay de mujeres en la primera línea de contacto.“Antes de la pandemia ya enfrentaban condiciones difíciles porque tienen los salarios más bajos e, incluso, sus esquemas de pago muchas veces no pertenecen a la economía formal como por ejemplo las meseras, quienes no tienen un contrato ni seguridad social”, apunta.

La experta de Cimac señala que se trata de mujeres que, en su mayoría, ganan salarios mínimos, o de baja remuneración. Y si no es así, de todos modos están sujetas a la brecha salarial por género que existe en distintas industrias. “Muchas ya se apoyaban en otros recursos informales como la venta por catálogo o venta de artículos que ellas mismas hacen a conocidos”, dice sobre mujeres que, en su mayoría son madres y tienen de 22 a 30 años.

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La especialista señala que para muchas, este tipo de empleos es la única alternativa por la flexibilidad que ofrecen para cumplir con otras tareas, como los de cuidados o el hogar.

Los cuidados, la clave del asunto

“Si mantenemos a las mujeres como responsables de la crianza y el cuidado de personas enfermas, no podremos incrementar el nivel de participación de las mujeres ni subir tampoco la calidad de los empleos que les ofrezcan para volver al mercado laboral”, advierte.

Según datos del Coneval del año pasado, las mujeres dedican por lo menos 22.5 horas a la semana a estas labores, mientras que los hombres solo pasan una hora en las mismas actividades.

"Se habla del desempleo como si todos estuvieran en las mismas condiciones, pero no sé es así, porque el género sí influye"
Lucia Lagunes, directora general de Cimac

Lagunes sugiere que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) coloque en el centro las condiciones de desigualdad como eje para diseñar los impulsos a la creación de empleo. “Se tiene que atender partiendo de ahí para subsanar esas condiciones. Y no solo eso, se tienen que generar mejores condiciones de trabajo, porque para qué van a querer regresar a un mercado formal con jornadas extenuantes y salarios mínimos”, cuestiona.

Sunny Villa Juárez, directora de Gasto Público del CIEP, refuerza la idea de que la pandemia sacó a relucir toda esta carga de trabajo de cuidados que tienen las mujeres. “Ellas salieron del mercado laboral no porque quisieron, sino porque son responsables de los cuidados y ese carga se les fue al cielo en la pandemia con todos en casa”, señala.

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Las mujeres sí trabajan, pero su trabajo no es remunerado

Por eso, sostiene que es necesario reconocerlo e insertarlo en el sistema formal de la economía. “El Sistema Nacional de Cuidados está detenido en el Senado. Es un gran avance, pero no es suficiente. Además, tienen que ser las legisladoras quienes deben tener la voz para proponer iniciativas desde la perspectiva de quien padece esas opresiones estructurales”, dice.

Asimismo, recomienda que el gobierno y los grupos empresariales consideren la reapertura de guarderías y estancias que permita a las mujeres cumplir con sus jornadas laborales sin ninguna interrupción y con toda la seguridad de que sus hijos están bien.

Por su parte, Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), coincide en que es necesario reconocer -desde los más altos niveles de gestión pública y privada- que este problema está afectando desproporcionadamente a las mujeres.

Señala que 21% de las mujeres que perdieron su empleo fue porque asumieron otra responsabilidad en casa, pero la proporción de quien asume esas tareas no ha cambiado, siguen siendo las mujeres quienes se responsabilizan de ellas.

“No podemos esperar que el gobierno arregle todo. Por eso, las empresas tenemos que tomar cartas en el asunto de manera urgente porque, al no reconocer las necesidades de las mujeres se pierde productividad por los niveles de rotación en empleos mal pagados”, explica.

De ahí la importancia, apunta, de contar con esquemas laborales híbridos, que lleven la flexibilidad no solo a los grandes corporativos, también a las pymes, para que sus plantillas trabajen sobre objetivos y metas específicas, no por horarios laborales tradicionales. “Se tiene que empezar con la convicción de que las colaboradoras son personas y tienen que lidiar con otras cosas más allá de un empleo”, dice.

La otra gran medida, explica, es crear un proyecto de ley que otorgue una licencia de paternidad para que estos recursos, que actualmente son permisos, no se otorguen arbitrariamente y las labores de cuidados se repartan en la pareja.

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