Sin embargo, las denuncias de acoso laboral no siempre derivan en un final, ya no decir millonario, sino justo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres en México, se ha intentado combatir el acoso sexual en los centros de trabajo a nivel individual y no estructural, lo que impide una comprensión profunda de las causas que generan esas conductas. En el estudio ‘La medición del acoso sexual a mujeres en los centros de trabajo’, el orgnismo señala que esa dinámica individualista ha provocado que empresas y trabajadoras asocien estas demandas a problemas legales, económicos y morales, más si se llega a probar que las conductas de acoso fueron ejercidas por ejecutivos, pues tienden a proteger o encubrirlos e incluso optan por despedir a las trabajadoras.
Señala también que las trabajadoras muestran renuencia a participar en encuestas y entrevistas, pese a que es posible hacerlo de forma anónima porque no quieren ser identificadas por la empresa y exponerse a tener alguna represalia, pero también por una sensación de vergüenza.