"Yo decidí dejar de trabajar para poder ver crecer a mis hijas y no me arrepiento de haberlo hecho", dice Itzel Ortiz Valencia, quien se ha dedicado a la educación por su preparación profesional, y también a la organizaci´ón de eventos privados y empresariales, por ser una opción que se ajustaba a su nuevo estilo de vida.
Uno de los factores que le permitió tomar esa decisión fue la edad a la que se convirtió en madre, pues con tan sólo 21 años creyó que su juventud sería una ventaja para reincorporarse al mercado laboral.
"Tenía 21 años y una pareja que me apoyó en la decisión de ver crecer a mi hija durante ese tiempo. Como educadora, sabía lo importante que es acompañar a los niños durante sus primeros años de vida, porque en esa etapa se moldean muchas de las partes más esenciales de su integridad física y psicológica", dice.